Imagina este escenario: ya tienes todo listo para preparar tu sándwich o una rica sincronizada y te das cuenta de que el jamón que guardaste en su empaque o en la misma bolsita en que te lo venden en la tienda le salió una especie de baba viscosa que recubre todo el jamón. ¿Es seguro comerlo aún así? ¿Una lavadita y ya queda? Te contamos que tan cierto es.
Cuando encuentras que alguno de tus alimentos que has guardado en el refri se ha llenado de moho o ha cambiado su textura, sin duda alguna lo primero que pensamos en hacer es mandarlo directamente a la basura. Pero si esta no es una opción (por que ahorita la despensa está super cara) algunas personas optan por enjuagarlo y ¡voilá! lo ponen en su sándwich. Pero, ¿qué tan conveniente es hacer esto?
En realidad el jamón es un embutido que está hecho para ser conservado y hay de varios tipos. Se vende entero o ya rebanado en lonchas. Fresco, crudo, cocido, curado y hasta ahumado. Lo utilizamos para comidas rápidas como tortas, sándwiches, sincronizadas y hasta sopa de codito con crema y jamón.
¿Qué es la ‘baba’ del jamón?
El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) explica que esta viscosidad aparece en los embutidos después de varios días de estar guardado en el refrigerador son bacterias acido lácticas que crecieron dentro del paquete debido al contenido de carbohidratos en el producto y por el alto porcentaje de humedad.
En dicho artículo del CIAD, el investigador Juan Pedro Camou Arriola detalla que estas son bacterias benignas que en baja concentración no hacen daño al cuerpo, son como los lactobacilos; de hecho, este tipo de bacterias acido lácticas se usan para fermentar productos alimenticios como el salami, yogur y quesos madurados.
Estas bacterias son seguras para el consumo humano, ya que ayudan al sistema digestivo y protegen de otras bacterias patógenas dañinas. Eso sí, cuando aparecen van a modificar el olor y el sabor de tu alimento, ya que le van a dar un toque ácido.
A todo esto, ¿te puedes comer el jamón viscoso?
Pese a todo lo anterior, la recomendación del experto del CIAD es no consumir el jamón si tiene esta textura, ya que más allá de esta consistencia viscosa, no se puede saber qué otras bacterias ya crecieron y por lo tanto se desconocen con certeza las consecuencias que tendrá en la persona.
Pero si aún así decides consumirlo, lo mejor es que lo enjuagues con agua para eliminar la baba y así el sabor y el olor ácido. Sin embargo, si el olor a 'descopmpuesto' se mantiene, lo mejor es que no lo comas.
¿Cómo conservar adecuadamente tu jamón?
El jamón tiene, una vez abierto el empaque, más o menos una vida útil de entre 3 y 4 días antes de empiecen a proliferar las bacterias. Sin embargo, existe una forma en que puedes alargar un poco la vida de tus embutidos.
Mantén la cadena de frío: es importante que no hayan cambios de temperatura drásticos para que no acelere la descomposición, así que no dejes mucho tiempo fuera del refrigerador y hay que ajustarlo a una temperatura adecuada de 6 grados.
Guarda tu jamón en un empaque térmico o hermético que conserve tu alimento frío.
Además, la Procuraduría Federal del Consumidor sugiere:
- Revisar la cantidad de soya y fécula agregada en su etiqueta.
- Al comprar, asegúrate de que el producto estaba en refrigeración.
- Si se compra por rebanadas, solicita ver el empaque, cerciórate de que la rebanadora está limpia y que el producto no presente partes decoloradas, lo cual sucede por la prolongada exposición a la luz.
- El jamón se conserva mejor si lo envuelves en papel encerado en lugar de bolsa de plástico. No se recomienda congelarlo, ya que podría perder sabor, color, consistencia y humedad.
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