No hay plato fuerte que no combine con un buen puré de papa gourmet. El puré de papa es casi una religión cuando se trata de platillos decembrinos, es la guarnición más cómoda de preparar, económica y favorita de grandes y chicos, así que qué mejor que hacerlo de forma gourmet.
Esta guarnición será simplemente espectacular para tu cena de fin de año, no hay pierde porque siempre combina con todo.
¿Qué es lo que lo hace gourmet?
El puré de papa es delicioso en cualquier forma y textura, pero solo los amantes de la papa reconocen un buen puré gourmet y la clave está en lo suave, terso y aterciopelado que se percibe a simple vista y al contacto con nuestro paladar. Aquí te damos unas claves para lograr que un puré de papa simple, se vuelva digno del mejor restaurante gourmet.
Cuando vayas a cocer las papas usa agua fría (es decir, no agregues las papas cuando el agua esté caliente, hazlo desde un inicio) esto te ayudará a que los almidones no se rompan con el choque térmico, por lo que tu puré tendrá una consistencia más untuosa y cremosa y no quedarán "granos sueltos". Agrega sal de grano y si quieres, alguna hierba de olor al fondo de la cocción. Hay quienes las cuecen en leche para que tome sabores lácteos desde la cocción, todo depende del gusto y de lo que comas.
No peles las papas: la piel de la papa es importante y necesaria porque dará mejor sabor a tu puré. Si las pelas absorberán mucha más agua y las féculas se desprenderán, quedando en el líquido donde las cocinaste. No queremos que el puré quede chicloso sino cremoso.
Utiliza papas rosadas, similares a la blanca, pero estas absorben menos agua.
Corta las papas sin pelar en pedazos grandes (pueden ser cuatro mitades) y cuida que todas tengan más o menos el mismo tamaño.
Corta las papas en tamaños grandes, de preferencia usa papa blanca de cáscara rosa, esta absorbe menos agua que la de cáscara blanca.
Cocina en una olla grande con agua hirviendo con sal a fuego medio durante 15 a 20 minutos, o hasta que estén tiernas. (Recuerda usar agua fría).
Recuerda usar agua fría para sumergir las papas y ésta misma llevarla a ebullición. Esto evitará que los almidones de las papas se desprendan.
Escurre en un colador y deja secar al vapor durante un par de minutos, luego vuelca de nuevo las papas en la olla y tritura bien (hazlo con el machacador de papas manual, esto evitará que elimines propiedades de la papa y dará mejor textura).
Escurrir las papas en un colador te ayudará a evitar el exceso de agua, no queremos un puré de papa aguado, ni un puré demasiado chicloso.
Cuando las papas estén casi suaves, agrega la mitad de la mantequilla, la leche y una buena pizca de sal marina y pimienta negra.
Machaca la papa con un machacador de papas, hazlo de forma manual para mantener todas las propiedades de la papa y que la textura sea maravillosa, así no tendrás que agregar cosas extras para dar textura.
Vuelve a machacar hasta que quede suave. Para mejorar la textura del puré puedes pasarlo por un colador de malla fina antes de incorporar los demás ingredientes y cuando obtengas la textura deseada, agrega un poco más de leche para aflojar, si es necesario, luego prueba y ajusta el condimento.
Vierte en un tazón para servir puré tibio y salpica la mantequilla restante por encima.
Para el montaje o decorado: alisa los bordes con una espátula para que tenga una punta cónica en medio, luego cree una forma de espiral alrededor de los lados.
¡Queda riquísimo!
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