¿Te pasaste de sal? No entres en pánico. Antes de pensar en tirar tu guiso, tienes que poner en práctica estos trucos para quitarle lo salado a la comida con ingredientes que ya tienes en el refrigerador.
Ya sea que estés haciendo un caldito de pollo, arroz, frijolitos en olla de barro o una salsa, el exceso de sal es perfectamente reversible: desde la clásica papa cruda hasta un toque de crema o unas gotas de limón. Aquí te contamos los métodos más confiables para salvar tu comida salada sin volver a cocinar.
Cómo quitarle lo salado a la sopa
Hay muchos ingredientes que puedes utilizar para quitarle lo salado a la sopa, crema o incluso caldo. Puedes añadir más verduras cocidas como la calabaza o zanahoria rallada para balancear los sabores.
Agua caliente: Agrega un poco y prueba, ve ajustando poco a poco.
Papa cruda: Córtala en mitades o rodajas y agrégala a tu olla. Deja hervir tu sopa por 15 minutos y retírala pasado el tiempo.
Lácteos: Este truco funciona mucho mejor para las cremas de verduras o salsas cremosas, puedes añadirles un chorrito de leche o crema. Te ayudarán a suavizar el sabor.

Cómo quitarle lo salado a la carne
Añade más carne: Puedes salvar tu guiso agregando un poco más de carne sin condimentar o una papa previamente cocida.
Puré de jitomate: Tienes que conseguir un puré sin sal, añádelo poco a poco para ajustar el sabor. Además de balancear los sabores, este ingrediente te ayudará a estirar el guiso.
Un poco de dulzor: Este truco es ideal para carnes en salsa o adobo. Lo único que tienes que hacer es añadir una pizca de azúcar o un chorrito de miel a tu plato.
Arroz: Si el pollo te quedó muy salado o cualquier otra carne para deshebrar, desmenúzalo y mézclalo con arroz previamente cocido. También puedes utilizar pasta.

Cómo quitarle lo salado al arroz y legumbres
Para reparar el arroz salado, las lentejas o los frijoles la solución más fácil es agregar más granos o legumbres previamente cocidos sin nada de sal. También puedes añadir verduras cocidas sin sazonar, como el chayote o la zanahoria. Si esto no funciona, vete a la segura: agua o puré de tomate.

Otros ingredientes que ayudan a equilibrar lo salado de la cocina son el jugo de limón o el vinagre, ambos sirven en platos caldosos o fríos. Si tienes algunas hierbas frescas como el cilantro o perejil, no dudes en agregarlas para refrescar el sabor de tu plato.
La próxima vez que la comida te quede salada, no pienses que todo está arruinado. Con estos trucos de cocina y con los ingredientes que ya tienes en el refrigerador, puedes rescatar casi cualquier platillo salado y disfrutarlo sin preocupaciones.
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