El kéfir es un bebida procedente del Cáucaso, una región natural situada entre Europa Oriental y Asia Occidental, esta ha sido consumida por los humanos desde hace varios siglos debido a sus grandes propiedades probióticas que ayudan al cuerpo humano a recuperar y mejorar la flora intestinal.
Esta bebida se ha puesto de mida en los últimos años por su fácil preparación en casa y gracias a su distintivo sabor acido que recuerda a un yogurt fermentado, el kéfir o yogurt búlgaro contiene múltiples propiedades que pueden ayudarte a tener una mejor digestión y a bajar de peso.
Propiedades saludables del Kéfir
- Disminuye el estreñimiento gracias a que las bacterias con las que se fermenta mejoran la digestión y aceleran el tránsito intestinal.
- Combate la inflamación intestinal al ayudar a la flora a recuperarse y así evitar enfermedades gastrointestinales.
- Facilita en la digestión
- Ayuda a bajar de peso debido a que es un alimento rico en proteínas y bajo en calorías.
- Previene y combate la gastritis, especialmente la gastritis causada por la bacteria Helicobacter pylori.
- Fortalecer el sistema inmunológico, porque mantiene la flora intestinal sana, que impide la infección por microorganismos a través del intestino.
Diferencias entre el Kéfir y el yogurt
La principal diferencia entre el yogurt y el kéfir es que el primero proviene de la fermentación de bacterias en la leche, mientras que el kefir es una combinación de fermentaciones de bacterias y levadura, a esta combinación de bacterias y levadura se le llama granos de kéfir o búlgaros.
El kéfir tiene un sabor agrio y ácido muy distintivo, su consistencia es muy parecida a la de un yogurt para beber, sin embargo debido al proceso de fermentación de la levadura, el kéfir puede llegar a tener un sabor ligeramente carbonatado.
Para preparar esta deliciosa bebida, necesitaras primero que nada conseguir los granos de kéfir o búlgaros, estos los puedes conseguir con algún amigo o compañero que ya tenga en su casa o también los puedes comprar en tiendas naturistas o en linea.
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- Coloca en un recipiente de vidrio una cucharada de granos de kéfir.
- Añade medio litro de leche entera a temperatura ambiente y taparlo con una tela o trapo para evitar que le dé la luz directamente.
- Deja que tu granos de kéfir reaccionen con la leche por lo menos por 12 horas, agitando de vez en cuando, lo más recomendable es dejar reposar los granos de kéfir y la leche por 24 hrs.
- Pasado ese tiempo ya tenemos la leche de kéfir lista para beberse, tan solo necesitarás colarlo y reservar los granos de kéfir para reutilizarlos las veces que quieras.
Nota: Recuerda siempre dejar un espacio sobrante ya que durante la fermentación se acumulan gases los cuales deben deben de pasar a travez de la tela para liberarse.
Fotos | Wikimedia commons | Medium.com |
Fuentes | Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera | Medical News Today |
