Olvídate del vinagre y el bicarbonato: este truco lo uso para quitar las manchas de grasa o vino al momento

Olvídate del vinagre y el bicarbonato: este truco lo uso para quitar las manchas de grasa o vino al momento
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Cristina Díaz

Editora en Jefe
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Cristina Díaz

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Más de 12 años de experiencia en medios digitales y redes sociales. Enfocada en lo soft news y viral. 

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Los manteles siempre están expuestos a accidentes en la mesa: vino tinto, grasa, mole o salsas que parecen imposibles de quitar. Lo primero que muchos piensan es usar vinagre o bicarbonato, pero, ¿qué pasa si no los tienes a la mano? Tranquilo, existe un truco casero y rápido para quitar manchas en manteles o telas sin complicarte: servilletas de papel y refresco.

El error más común al limpiar manchas

Cuando ocurre un derrame, la reacción más común es frotar la mancha con un trapo o servilleta, pero esto solo la extiende y la hace más difícil de remover. En lugar de frotar, lo correcto es presionar suavemente con servilletas de papel o toallas absorbentes, de esta forma se retira el exceso de líquido o grasa sin expandir el problema.

Sal Refresco Sal y topochico

Cómo quitar manchas de vino o grasa de inmediato

  • Presiona la mancha con servilletas de papel. No frotes, solo coloca presión para absorber el exceso.

  • Usa refresco o agua con gas. Vierte un poco directamente sobre la mancha; las burbujas ayudan a “levantar” los pigmentos.

  • Espolvorea sal fina o almidón de maíz. Estos ingredientes absorben la humedad y ayudan a neutralizar los colores intensos como los del vino tinto.

  • Deja reposar unos minutos. Permite que el líquido actúe sobre la mancha.

  • Lava la tela según sus instrucciones. Puede ser a mano o en lavadora, pero evita el calor de la secadora o la plancha si la mancha persiste, ya que el calor puede sellarla.

¿Qué hacer si la mancha ya está seca?

En este caso, sí necesitarás un refuerzo. El clásico bicarbonato con agua o agua oxigenada sigue siendo efectivo. Haz una pasta, aplícala sobre la mancha y deja actuar varias horas o toda la noche, siempre revisando que la tela lo permita.

Otra alternativa es repetir el truco del agua con gas fría y la sal, pero dejando reposar más tiempo. Posteriormente, lava a mano con jabón neutro y agua fría, recordando que el agua caliente fija los restos de grasa o pigmentos.

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