Si previste que pasarías mucho tiempo en cuarentena es posible que hayas comprado, de inicio, muchas frutas y verduras. No está mal. Lo único que nos preocupa es el hecho de que, por adelantarte a comprar mucho, haya una parte de tu despensa de frescos que se te eche a perder pronto y se vaya a la basura.
Por fortuna, hay varias alternativas de las que puedes echar mano, para que incluso cuando las frutas y verduras estén muy maduras, puedas aprovecharlas.
Para frutas
- Postres
Siempre es una gran opción. Además, y esto aplica para frutas y para verduras, cuando están muy maduras saben mucho mejor y necesitan mucha menos azúcar añadida. Si tienes peras, manzanas, uvas o mangos muy maduros, quedarán perfectos en una tarta, una gelatina y hasta un pastel.
- Mermeladas
Son ideales para este tipo de situaciones. Y lo mejor es que para hacerlas sólo necesitarás un poco de azúcar, quizá canela y muchas frutas maduras. De ti dependerá qué tan dulce quieres que quede, y cuántos ingredientes mezclados llevará.
Si lo piensas bien, el hecho de que tengas muchas frutas maduras es benéfico para tus desayunos, porque tendrás muchas opciones con las que embadurnar tus panes tostados, o con las cuales combinar tus yogures o kéfir.
- Licuados No lo niegues: los mejores licuados de tu vida han sido con plátanos demasiado maduros. Esta es una verdad incontrovertible. La buena noticia: ocurre lo mismo con otras frutas. Basta con que las elijas bien (no deben estar echadas a perder, eso no lo olvides), les agregues un poco de azúcar (o no) y les adiciones algún cereal.
El resultado será simplemente espectacular.
- Toppings para el desayuno
Imagínate el yogurt griego que más ames en la vida, con un fondo repleto de cubos de mango o de zarzamoras súper maduras. Ahora imagínatelo para empezar tu día. ¿Acaso no lo amarías?
Una variación de esta recomendación puede ser la de congelar todo el contenido de tu desayuno y volverlo paletas heladas. ¡Yum!
Para verduras
Ralladuras de ensaladas Siempre que puedas, aplica este consejo. Ralla todo lo que sientas que está por pasarse de maduro y tenga una consistencia que lo soporte. Tus ensaladas quedarán con una cobertura de mucho sabor, no desperdiciarás ingredientes ni dinero, y encima podrás ponerle mucho color a tus recetas.
Salsas
Esto también es un clásico de clásicos. Especialmente, cuando se trate de jitomates, tomates o zanahorias. Sólo hiérvelos, licúalos, tamízalos y ponlos a cocinar en una cacerola.
Serán el acompañamiento perfecto de una lasaña, o hasta un plato principal, si complejizas la receta. Por si ocupas: agregarles un poco de maicena o de harina blanca de trigo hará que se vuelvan mucho más espesas y con cuerpo.
- Conservas
Esta aplica tanto para verduras, como para frutas. Procura tomar las más maduras, sin que se pasen. En caso de que alguna de ellas tenga zonas con una coloración más oscura, córtales esa parte. Servirá para sanitizar tu conserva.
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Busca siempre un frasco que cierre de forma hermética, así como aceite de oliva de gran calidad. En el caso de las verduras, lo mejor es que les agregues una pizca de sal y un manojo de hierbas de olor.
Fuentes: Mejor con salud | Cocina Casera | Bezzia
