Ayko Pruneda
Editor Senior¿Estás harta de abrir el refrigerador y encontrar tus verduras marchitas, aguadas o simplemente echadas a perder a muy pocos días de haberlas comprado? Conoce este truco para conservar mejor tus verduras, que no es bolsas ni contenedores.
Mantener las verduras frescas y en buen estado, puede ser un desafío, y aunque solemos recurrir a bolsas de plástico o contenedores herméticos, existe un truco simple y efectivo que cambiará de ahora en adelante la forma en que conservas tus alimentos.
Olvídate de buscar el tupper o de tener que acumular decenas de bolsas de plástico. La clave para prolongar la vida de tus verduras se encuentra en un elemento humilde y que todos tenemos en casa: papel de cocina o toallas absorbentes.
Cómo funciona este truco para conservar las verduras
La humedad es controlada por el papel de cocina, por lo que ayuda a mantener las verduras hidratadas, evitando que se sequen y pierdan su típica textura crujiente. Y, al mismo tiempo, permite una ligera circulación de aire, previniendo la acumulación de exceso de humedad que puede provocar la aparición de moho y el deterioro anticipado de estas.
Si quieres aprender cómo conservar tus verduras frescas por más tiempo, sigue estos pasos:
- Lava y seca bien tus verduras: Asegúrate de eliminar cualquier resto de tierra o suciedad, pues un buen secado es indispensable para evitar el exceso de humedad.
- Humedece ligeramente el papel de cocina: No debe estar empapado, solo húmedo al tacto. Puedes rociarlo con un poco de agua con un atomizador o pasarlo brevemente bajo el grifo.
- Envuelve las verduras: Cubre cada tipo de verdura por separado con el papel húmedo. Para verduras más grandes como lechugas o brócoli, puedes envolverlas enteras o en secciones.
- Guarda en el refrigerador: Coloca las verduras envueltas en los cajones para verduras o en cualquier otro estante del refrigerador.
Qué verduras puedes preservar con este truco
Si bien este método puede ayudar a conservar la mayoría de las verduras, estas son las principales:
- Hojas verdes: Lechuga, espinacas, acelgas, kale
- Hierbas frescas: Cilantro, perejil, albahaca
- Brócoli y coliflor
- Zanahorias y apio
- Pimientos
Este sencillo truco no solo te ayudará a reducir el desperdicio de alimentos y ahorrar dinero, sino que también te permitirá disfrutar de verduras más frescas y nutritivas por más tiempo. Dile adiós a las verduras marchitas y hola a una despensa más verde y vibrante.
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