Si eres de esas personas que no puede cerrar la semana si no ha tomado su respectiva 'cervecita' tenemos un artículo que tal vez te puede interesarte. Nunca está de más celebrar una ocasión especial o disfrutar tu fin de semana tomando una rica michelada, pero ¿alguna vez te has preguntado qué pasa si tomas cerveza todos los días?
Un consumo excesivo no beneficiará en absoluto a tu organismo, especialmente si te excedes de las dosis recomendadas. Pero si la tomas de forma ocasional y moderada, la cerveza sí que puede tener algunos efectos positivos para tu cuerpo.
De acuerdo con el informe “Conociendo la industria de la cerveza” elaborado por el Inegi y la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y de la Malta, México es uno de los países del mundo en los que más cerveza se bebe. En América Latina, México es el tercer país en el que se consume más cerveza al año y ocupa el lugar 30 a nivel mundial. En 2022 El consumo per cápita anual de cerveza en México pasó de 55 a 68 litros, lo que significa que cada mexicano consume alrededor de 1.3 litros a la semana.
La cerveza puede aportar algunas vitaminas y minerales
Aunque la cerveza a menudo se considera calorías vacías, contiene algunos minerales y vitaminas, como pequeñas cantidades de potasio, calcio, tiamina, hierro y zinc. El contenido de vitaminas B y minerales surge de los cereales y levaduras de los que se obtiene la cerveza.
Sin embargo, estas cantidades de micronutrientes en la cerveza son bastante residuales, especialmente comparándolas con otras fuentes como granos integrales, frutas o verduras.
Según declaraciones de la nutricionista y chef Serena Poon a Eat This, Not That, la cerveza contiene algunos polifenoles que pueden ayudar a la salud. La malta de cebada y el lúpulo contienen quercetina, epicatequina y ácido gálico, compuestos antioxidantes que luchan contra los radicales libres y el envejecimiento. La chef recomienda tomar una cerveza diaria.
Incluso la Fundación Española del Corazón explica que dentro de una alimentación equilibrada, varios estudios sostienen un consumo moderado asociado a beneficios cardiovasculares, de salud ósea y hasta contra la obesidad.
Una ingesta moderada de alcohol puede reducir la resistencia a la insulina
Otro gran estudio con más de 70.500 participantes asoció una ingesta moderada de alcohol (14 bebidas por semana para hombres y 9 bebidas por semana para mujeres) con un 43% y 58% menos de riesgo de diabetes, respectivamente. Varias investigaciones, como esta publicada en PubMed, apuntan a que la ingesta lidera o moderada de alcohol parece reducir la resistencia a la insulina.
El lado B: mayores riesgos de abusar en el consumo de cerveza
La ingesta debe ser ligera. De lo contrario, el consumo excesivo de alcohol incrementa con creces el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. Aunque la cerveza contiene algunos nutrientes como vitaminas B, antioxidantes y fibra soluble, su consumo excesivo puede tener efectos negativos en la salud debido a sus ingredientes y contenido de alcohol. La cerveza tiene sustancias que pueden aumentar el peso y generar otros problemas de salud; como lo es el aumento de peso, la generación de problemas digestivos o hasta problemas emocionales y mentales.
El consumo excesivo y frecuente de cerveza puede tener una serie de efectos secundarios negativos en la salud, incluyendo:
Aumento de peso: La cerveza es alta en calorías y carbohidratos, lo que puede provocar un aumento de peso si se consume en exceso.
Problemas hepáticos: El consumo excesivo de alcohol puede causar inflamación del hígado y, en casos graves, cirrosis hepática.
Problemas cardíacos: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, como la hipertensión arterial y la enfermedad coronaria.
Problemas digestivos: El consumo excesivo de alcohol puede causar problemas digestivos, como la gastritis y el síndrome del intestino irritable.
Problemas de sueño: El consumo excesivo de alcohol puede interrumpir el sueño y causar insomnio.
Problemas emocionales y mentales: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de depresión, ansiedad y otros trastornos mentales.
Es importante tener en cuenta que los efectos secundarios de la cerveza pueden variar según la cantidad y la frecuencia de consumo, la edad, la salud general y otros factores individuales. Por lo tanto, se recomienda consumir alcohol con moderación y de manera responsable, y siempre buscar ayuda profesional si se tiene dificultad para controlar el consumo de alcohol.
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