Por qué debes ventilar tu casa entre 10 y 20 minutos al día, incluso cuando hace frío

Abrir las ventanas todos los días, aun en temporadas de bajas temperaturas, es un hábito mucho más importante de lo que parece. En países como Alemania, por ejemplo, la ventilación diaria del hogar es una práctica común incluso cuando el termómetro marca varios grados bajo cero. Aunque en México no enfrentamos climas tan extremos, ventilar la casa entre 10 y 20 minutos diarios es clave para mantener un ambiente saludable, según microbiólogos y especialistas en biología ambiental.

La doctora María Dolores Cima Cabal, bióloga y directora del Máster de Gestión Ambiental y Energética de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), explicó en VOGUE España que, si bien al abrir las ventanas pueden entrar polvo, polen o incluso algunos microorganismos, los beneficios de ventilar superan ampliamente los posibles riesgos. Este sencillo gesto ayuda a reducir el dióxido de carbono que se acumula durante la noche, disminuye la concentración de microorganismos en espacios cerrados y evita que la humedad favorezca la aparición de moho, un problema frecuente en viviendas con poca circulación de aire.

En la misma línea, el virólogo Estanislao Nistal, profesor de Microbiología en la Universidad CEU San Pablo, señala que renovar el aire interior mejora significativamente la calidad ambiental del hogar. Ventilar ayuda a eliminar olores, reduce la concentración de partículas nocivas y contribuye a un entorno más saludable. Respecto a los microorganismos que puedan entrar desde el exterior, el experto aclara que la mayoría son inofensivos y forman parte del ecosistema natural, por lo que no representan un riesgo real para la salud.

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¿Cuánto tiempo es suficiente para ventilar la casa?

Los especialistas coinciden en una recomendación sencilla: entre 10 y 20 minutos al día bastan para renovar el aire sin perder demasiada energía térmica, incluso en invierno. El mejor momento suele ser por la mañana o cuando la calidad del aire exterior es más favorable. Este tiempo puede ajustarse ligeramente según el clima, el tamaño del hogar y si existe ventilación cruzada entre habitaciones.

Ventilar no esteriliza (y no debería)

Un punto clave que destacan los microbiólogos es que ventilar no convierte la casa en un espacio estéril, y tampoco es necesario. Como recuerda Nistal, el sistema inmunológico humano está preparado para convivir con ciertos microorganismos. El objetivo de la ventilación no es eliminar toda forma de vida, sino mantener un aire limpio y reducir riesgos innecesarios.

¿Y si vives solo?

También lo debes de hacer. Aunque no haya riesgo de contagio entre convivientes, el aire en espacios cerrados se carga de CO₂, humedad y contaminantes generados por actividades cotidianas como cocinar, bañarse o usar productos de limpieza. Por eso, ventilar sigue siendo fundamental.

Si vives en lugares cerrados, también puedes invertir comprando purificadores de aire o deshumidificadores. Sin embargo, abrir las ventanas sigue siendo una de las formas más simples, accesibles y eficaces de cuidar la salud del hogar.

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