Seguro más de una vez pensaste que las rayas o franjas de las toallas eran solo un detalle decorativo. Pues no: tienen una función mucho más interesante y práctica de lo que parece. Después de leer esto, vas a ver las toallas de otra manera, y quizá empieces a usarlas con más intención.
¿Para qué sirven realmente las rayas de las toallas?
Primero, hay que aclarar que esas “rayas” no se llaman así: su nombre técnico es borde Dobby, un patrón tejido que proviene de un tipo especial de telar llamado Dobby loom. Este diseño se utiliza desde el siglo XIX para crear estructuras geométricas en los textiles, aportando textura, resistencia y un toque estético.
En las toallas, el borde Dobby no es solo una decoración. De hecho, cumple varias funciones:
Rayas de toalla
- Evita el encogimiento irregular
Gracias a la diferencia de tensión en el tejido, ayuda a que la toalla mantenga su forma después de múltiples lavados.
- Aumenta la durabilidad
Actúa como una franja de refuerzo que evita que los bordes se deshilachen.
- Mejora la absorción
Aunque puede parecer contradictorio, el cambio de textura entre el cuerpo de la toalla y el borde favorece la circulación del aire y acelera el secado.
- Sirve como referencia visual
En algunos casos, las marcas colocan el borde Dobby para indicar cuál es el lado superior o para facilitar el doblado uniforme (sí, hay toda una ciencia detrás del orden de las toallas).
Eso sí: no todas las toallas tienen borde Dobby, ni su presencia garantiza mejor calidad. Las que no lo incluyen suelen tener una textura más uniforme y suave, ideales para quienes buscan una sensación esponjosa y homogénea.
Ahora ya lo sabes, no son rayas, tienen una función: secar mejor y aumentar la durabilidad.
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