¿Alguna vez has querido probar un vino, y guardar el resto sin que se eche a perder? Parecería imposible, pero al parecer es una idea que ha dado la vuelta por la cabeza de muchas personas. La solución actual es utilizar el Modelo Dos de Coravin, un dispositivo que te permite servir una copa de vino, y salvar el resto de la botella para otra ocasión.
El sistema Coravin utiliza una aguja que perfora el corcho, permitiendo que el vino salga a través de la aguja, y se sirva en la copa. El espacio que queda en la botella, se llena con argón, un gas inerte, insípido, e inodoro. Al bombear argón dentro de la botella, se evita que entre oxígeno y se oxide el vino, lo que permitirá que se siga madurando hasta que estés listo para consumir el resto.
El corcho se mantiene en su lugar todo el tiempo, y como se comprime con la presión del cuello de la botella, el agujero que hace la aguja se sella cuando se retire el Coravin. Obviamente para utilizarlo necesitas el sistema Coravin, junto con las cápsulas que contienen el argón.
Pienso que es una opción muy útil para los restaurantes que sirven vino por copa, y que tienen una carta bastante amplia. Aunque también es una buena opción para todos aquellos amantes de los vinos. Lo puedes conseguir a través de la página de internet de la compañía, a partir de 350 dólares americanos. Lo único malo es que solamente envían a Estados Unidos, Argentina, Australia, Canadá, Taiwán, Suiza, Singapur, Corea del Sur y Hong Kong.
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