Una historia común, que todos hemos escuchado, que cuando empezamos hacer ejercicio naturalmente, empezamos a reducir calorías, en especial, las provenientes de los carbohidratos. Sin embargo una idea errónea es suprimir o reducir al mínimo este grupo de alimentos. Como parte de una sana alimentación, necesitas carbohidratos para sobrevivir. No los elimines para perder peso.
Perder peso, es un proceso en el que se requiere un balance entre el ejercicio aeróbico y la ingesta de carbohidratos. Existe toda una malinterpretación y difamación sobre los hidratos de carbono. No es lo mismo azúcar refinada que carbohidrato complejo.
El azúcar pertenece al grupo de carbohidratos simples, causantes, por un consumo excesivo de sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina, entre otros padecimientos. A pesar de que los carbohidratos son azúcar, es necesario entender la diferencia entre ambos tipos de carbohidratos. Si bien nuestro cuerpo no se beneficia de los azucares procesados, si lo hace de una buena fuente de hidratos de carbono como cereales integrales, tubérculos, frutas y verduras.
Estos carbohidratos mantienen nuestro organismo y metabolismo saludable, al ser una fuente de energía que alimenta nuestro cerebro y permite realizar las funciones corporales de manera optima. Y al hacer ejercicio, la demanda de calorías tiende a subir ligeramente, esto sin afectar el objetivo de perder peso.
¿Cómo encontrar el equilibrio?
Al ejercitarnos vigorosamente y reducir calorías, por un tiempo prolongado, el cuerpo entra en un "estado de estrés", lo cual produce que baje la tasa metabólica y ajuste a un peso, y se dificulte la perdida de peso. Es necesario proveerle suficiente energía al cuerpo para que pueda hacer frente al entrenamiento que esta recibiendo, y así obtener los resultados esperados.
Elige las mejores opciones de carbohidratos, como avena, pan integral, fruta con todo y cáscara (las que sean comestibles), verduras frescas; almidones como papas y camote; leguminosas. Después de tus entrenamientos, alrededor de una hora después de hacer ejercicio, consume un carbohidrato con proteína. Por ejemplo, una rebanada de pan con una rebanada de queso fresco con un toque de aceite de oliva y hierbas finas o un vaso de yogurt con avena y polvo de canela.
Para concluir, busca un plan de alimentación que se adapte a tu estilo de vida y la cantidad de ejercicio que realices, con el objetivo de mantener la perdida de peso y nutrir a tu organismo.
Imagen | Take Back Your Health Conference
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