Aunque suene increíble, México ha empezado a beber menos refresco. Esto es debido al impuesto al refresco aprobado por el Congreso mexicano en el 2013 a todas las bebidas con azúcar añadida.
El Instituto Nacional de la Salud pública en colaboración con la Universidad de Carolina del Norte, han realizado un estudio demostrando una disminución de las ventas de refresco en un 6 % durante el 2014.
Parecerá poco, pero es un gran inicio para combatir los terribles niveles de sobrepeso y obesidad. Recordemos que por desgracia México se encuentra en la posición número uno del top 10 de los países que más refresco consumen en todo el mundo con un promedio de 163.3 litros al año.
Acorde a El país, en el estudio se hizo un análisis de 53 ciudades de México con alrededor de 50,000 habitantes, encontrando que la venta de la bebida azucarada disminuyó en todos los niveles socioeconómicos y aumento en 4% la venta de agua embotellada. Aunado a esto se ha pedido al congreso eliminar el IVA a este último producto, para incentivar aún más el consumo de agua natural y que sea accesible a toda la población, especialmente a aquellos con bajos ingresos.
El consumo de bebidas ricas en azúcar no solo es una de las causas del problema de peso, también aumenta el riesgo de padecer Diabetes. Con 355 ml aumenta el riesgo de obesidad en un 60 % y con un litro diario un 25 %.
Lamentablemente, la población mexicana en general, aún sigue sin estar consciente de las consecuencias del consumo de bebidas azucaradas, considerándolas una parte indispensable en cada comida. Con impuesto o no, habrá muchos que sigan adquiriendo este producto, ya que el azúcar tiene un alto nivel adictivo.
A pesar de que esta medida ha iniciado a dar resultados, considero que la educación nutricional y sentido común debe ser responsabilidad del consumidor, al elegir las mejores opciones de alimentos y bebidas que ingiere diariamente.
Vía | Economía El país
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