En los años setenta, el psicólogo e investigador Walter Mischel de la Universidad de Columbia, llevo a cabo un experimento muy simple pero efectivo para estudiar el autocontrol en los niños, al cual lo nombro como "la prueba del malvavisco". En esta nota te invito a que hagas esta prueba y mejores varias áreas de tu vida.
El experimento consistió en presentarle al niño un plato con malvaviscos. El investigador le dio una pieza al niño y le dijo que podía comérselo en cuanto él dejara la habitación por unos minutos, pero si el niño decide no comerse el malvavisco, el investigador cuando regrese le dará otro, entonces el niño tendría 2 malvaviscos en lugar de uno.
Los resultados ya los podrás imaginar, resulta muy divertido observar las reacciones de los niños al no poderse resistir ante la tentación de comerse el malvavisco, sin embargo algunos demuestran tener fuerza de voluntad y esperar la deliciosa recompensa de otro malvavisco.
¿Cómo podemos aplicar este experimento a nuestras vidas? En muchas ocasiones nos gana ese impulso que nos sabotea nuestros objetivos, por ejemplo, picotear mientras hacemos la comida, no podemos esperarnos a que la comida este lista para realizar una comida en forma; el impulso comprador ante algo que seguramente no necesitamos, el atracón con la esperanza de arreglar el error con una serie de ejercicios que seguramente no se podrán hacer por la sensación de pesadez.
Otra situación común es la procrastinación, es decir dejar las cosas para después, ir aplazando las tareas prioritarias y sustituyéndolas por algo agradable como recompensa antes de hacer las cosas.
Recordemos que lo que vale la pena lleva un proceso y hay veces que es conveniente sacrificar la gratificación inmediata por un bien mayor.
La prueba del malvavisco retrata perfectamente la frustración, la tentación, la perseverancia, la ansiedad y todas las sensaciones que tenemos cuando queremos lograr algo como dejar de fumar, hacer una dieta o cualquier cosa que represente tu malvavisco.
Posiblemente este padeciendo la falta de alimentos de consumo no frecuente, como la comida rápida, postres, alcohol, etcétera, pero vale la pena el esfuerzo. Cuando veas los resultados te darás cuenta y te sentirás orgulloso por tu autocontrol y fuerza de voluntad que has desarrollado.
Más información | American Pschological Asociation
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