Estamos en plena Cuaresma y un pescado siempre cae bien. Si se trata de un pescado con tanto sabor, como una sardina, mucho mejor.
¿Estabas acostumbrado a las sardinas de lata, ya sea en aceite, o en puré de jitomate? Olvídate de todo eso. Ahora podrás hacerlas en el horno, con una receta facilísima, para la que no necesitas más que cuarenta minutos de proceso.
¿Listo? ¡Empecemos!
- Aunque la estrella de este platillo son las sardinas, queremos que tomes en consideración que quizá lo más laborioso sean los pimientos tatemados. Empecemos por ellos. 
- Ponlos a asar directamente sobre la flama de tu estufa. 
- Una vez que estén completamente quemados, mételos a sudar en una bolsa de plástico. Pasados 10 minutos, quítales con los dedos la piel y las entrañas. De ser necesario, lávalos bajo un chorro de agua tibia. 
- Córtalos en julianas de 10 centímetros de largo. Reserva. 
- Quítale a las sardinas la cabeza, la cola y las escamas. 
- Una vez limpias por fuera, ábrelas por la mitad y retira todos los huesos. 
- Embadurna con aceite vegetal o mantequilla una bandeja de vidrio templado, con una capa delicada de sal de mar. 
- Pica finamente el perejil y el ajo. 
- Precalienta tu horno a 200 grados. 
- Exprime tres limones verdes. 
- Coloca las mitades de la sardina a lo largo de la bandeja, sin que se toquen. 
- Agrega las papas cambray enteras. Rocíalas de aceite de oliva. 
- Rocía con el jugo de limón, pimienta, un chorro de aceite de oliva y el cilantro. Agrega un poquito de sal de mar encima. 
- Mete al horno tus pescados. Déjalos ahí por 15 minutos. 
- Saca y sirve con una ración de pimientos en julianas encima, así como un limón cortado al lado. 
- Te sugerimos acompañar de un vino blanco afrutado. 
 
   
     
    
   