Cómo plantar un árbol de mango en maceta: necesitas una semilla y una servilleta para no volver a comprarlo

Existen aproximadamente 50 variedades de mango en el mundo y a México esta delicia originaria de Sri Lanka, la India y el archipiélago malayo llegó a fines del siglo XVII, pero su cultivo se extendió hasta adquirir suma importancia en el siglo XIX. Así que si te encanta tanto como a nosotros, te compartimos cómo plantar un árbol de mango: necesitas una semilla y una servilleta, ¿te animas?

¿Qué es el mango?

De acuerdo con Larousse Cocina, “el mango, más o menos grande, redondo, ovoidal o puntiagudo, presenta una piel verduzca, veteada de amarillo, rojo o violeta... Su pulpa suele ser fundente y dulce, con un gusto acidulado”.

En México se suelen encontrar diversas variedades como el mango ataúlfo, el mango cocoyo, el mango criollo, el mango Manila, el mango de oro, el mango panameño, el mango petacón, el mango piña, el mango plátano y el mango rosa", señala este sitio web especializado.

Según datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, “la producción anual de mango superó las 2.23 millones de toneladas hasta noviembre de 2023, con lo que batió el récord de la última década”.

Cómo plantar un árbol de mango: necesitas una semilla y una servilleta / Foto: Pixabay

Cómo plantar un árbol de mango con una semilla y una servilleta

Para plantar un árbol de mango con una semilla y una servilleta vas a necesitar los siguientes ateriales:

Semilla de mango madura (extraída de un mango fresco)
Cuchillo afilado
Servilleta de papel
Agua tibia
Bolsa de plástico transparente
Sustrato para macetas (mezcla de tierra y arena)
Maceta pequeña con drenaje

Procedimiento:

Con cuidado, corta la cáscara del mango alrededor de la semilla, evitando dañarla. Retira la semilla y limpia la pulpa que la rodea con agua tibia.
Busca la "raíz" de la semilla, que es una pequeña protuberancia. Con la ayuda del cuchillo, haz un corte superficial en la cáscara de la semilla, justo en la zona opuesta a la raíz.
Humedece la servilleta con agua tibia y escurre el exceso. Colócala sobre la servilleta, con la raíz hacia abajo. Dóblala para cubrir la semilla y mantenerla húmeda.
Introduce la servilleta con la semilla dentro de la bolsa de plástico transparente. Cierra la bolsa, pero deja un pequeño espacio para que entre aire.
Coloca la bolsa en un lugar cálido y con buena iluminación, pero no bajo la luz solar directa. La temperatura ideal para la germinación es entre 20 y 25 °C.
Checa la semilla diariamente y humedece la servilleta si se seca. La germinación puede tardar entre una y cuatro semanas.
Cuando la plántula tenga un tallo de unos 10 cm y varias hojas, estará lista para ser trasplantada a una maceta. Llena la maceta con el sustrato para macetas y haz un agujero lo suficientemente profundo para que quepan las raíces de la plántula. Trasplanta la plántula con cuidado y riega bien.
Coloca la maceta en un lugar soleado y riégala regularmente, manteniendo el suelo húmedo pero no encharcado. Fertiliza el árbol cada dos o tres meses con un fertilizante adecuado para árboles frutales.