Uno de los postres mexicanos predilectos y favoritos de toda la vida son los churros, y cómo no van a serlo con tanta maravilla crujiente por fuera y suaves por dentro, rellenos de frutas, dulce de leche, mermeladas y con una cobertura de canela espectacular. ¡Ahhh! Es como un poema para nuestro paladar, aunque a veces no tenemos la churrera que nos permita obtener esas preciosuras, pero eso aquí no nos detiene; te vamos a dar la receta de las Palomitas de churro para que disfrutes de esa botana munchosa este fin de semana.
Para estos churros te recomendamos un chocolatito caliente (del que también tenemos receta) o un café algo cargado para degustar lo dulce del churro y lo fuerte del cafecito. Ahora sí, no hay pretexto para que prepares estos churros en cacerola, no necesitamos churrera profesional ni nada más.
Aunque sean extremadamente populares en cada rincón de México, no son originarios de este país: se remontan hasta China del siglo XII y ahí se les conocía como "Youtiao". Se preparaban como una tira de masa frita que se servía como desayuno. Esta creación fue nombrada “churro”, debido a que su forma es muy similar a la cornamenta de la oveja churra, una raza autóctona de Castilla y León. Así fue como después, con la conquista, los Españoles trajeron a México este tradicional postre que podemos encontrar en puestitos callejeros y churrerías por montón.
- En una olla, hierve el agua con una pizca de sal y la cucharada de vainilla. En cuánto comience a bullir, vierte la harina previamente cernida y comienza a batir enérgicamente hasta que la masa comience a asentarse y se despegue de los bordes de la olla.
Calienta el aceite en una cacerola con profundidad. Recuerda que debe ser una gran cantidad de aceite para que puedan nadar los churros.
Ponemos toda la masa dentro de una manga pastelera con una boquilla y vamos formando las palomitas de churros que iremos cortando con tijeras.
Con el aceite caliente y, con cuidado, freímos las palomitas por 5 minutos.
Una vez que los retiremos del aceite, los colocamos sobre un plato cubierto con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
En una charola o plato extendido servimos el azúcar y agrega la canela en polvo. Mezcla ambos ingredientes y reboza los churros por encima
