La pierna de pollo es una de las piezas más peleadas a la hora de la comida, que aunque es de un tamaño pequeñito, tiene un sabor que no cualquier otra pieza ofrece además de lo jugosa que puede quedar, así que si tienes esta pieza de pollo te enseñamos cómo hacer unas ricas piernas de pollo en salsa de limón, quedan doraditas y jugosas.
¿Por qué se dice que la pierna es de las piezas de pollo más ricas que otras? La diferencia radica en que tiene una mayor presencia de grasa y sangre en la zona de pierna y el muslo, también a una mayor cantidad de huesos y cartílagos.
La pierna al tener la carne pegada al hueso suele ser más sabrosa porque es mucho más jugosa también por la piel que suelta su grasa y empieza a soltar sus jugos, pero al final de cuentas, si es más sabroso o no, es algo muy relativo.
Trucos para que el pollo no se reseque
Procura elegir piezas de pollo frescas y cocina las piezas el mismo día que las compres.
Si utilizas pollo congelado, sácalo del congelador unas 12 horas antes de cocinarlo y pásalo al refrigerador, así no romperás la cadena de frío por completo.
Para evitar el pollo seco es marinarlo unas horas antes de cocinarlo. Esto es fundamental para prevenir que quede reseco.
Cocina la carne a una temperatura adecuada, si lo cocinas en sartén, lo importante es no sobrepasar la temperatura interna de 75ºC, pues a partir de ahí comienza a perder sus jugos y te quedará el pollo seco.
En tu preparación agrega una mezcla con mantequilla, ya que se introduce entre la piel y la carne del pollo.
Con qué acompañar estas piernas de pollo con salsa de limón
- Puré de papas: Un puré de papas cremoso y mantecoso es la guarnición perfecta para absorber la deliciosa salsa de queso. Puedes agregar un poco de leche o crema agria para hacerlo aún más cremoso, y sazonarlo con sal, pimienta y nuez moscada.
- Verduras asadas: Las verduras asadas son una guarnición saludable y deliciosa que combina muy bien con el pollo. Puedes asar tus verduras favoritas, como brócoli, coliflor, zanahorias o cebollas, en el horno hasta que estén tiernas y ligeramente doradas.
- Espárragos salteados: Los espárragos salteados son una guarnición rápida y fácil que aporta un toque de color y sabor a tu comida. Simplemente saltea los espárragos en una sartén con un poco de aceite de oliva, ajo y sal hasta que estén tiernos y crujientes.
- Champiñones salteados: Los champiñones salteados son una guarnición sabrosa y sustanciosa que combina muy bien con la salsa de queso. Saltea los champiñones en una sartén con un poco de aceite de oliva, ajo y cebolla hasta que estén dorados y tiernos.
- Papas asadas: Papas pequeñas asadas con hierbas y aceite de oliva aportan un toque crujiente y sabroso al plato.
- Ejotes salteados: Salteadas con un poco de ajo y aceite de oliva, los ejotes aportan un sabor fresco y una textura crujiente.
Corta la cebolla en julianas y colócala en un tazón. Con un rallador de queso, ralla los dientes de ajos y agrégalos a la cebolla.
Agrega las hierbas secas el aceite de oliva y el jugo de los limones. Opcionalmente, puedes agregar el vino blanco, sin embargo, no es estricto.
Agrega las piernas de pollo, sal pimienta y deja marinar por 30 minutos.
En un sartén bien caliente, vierte toda la mezcla, tapa el sartén y reduce a fuego medio. Ve volteando las piezas para que se doren parejo y hasta que adquieran el bronceado a tu gusto será momento de retirarlas del fuego.
Imágenes obtenidas de wikimedia
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