El agua de horchata es una de las aguas frescas favoritas de todo el mundo: se trata de una receta clásica y sencilla, pero más frescas, deliciosas y cremosas que podemos preparar, porque además de acompañar nuestra comida, es como si tomáramos una especie de postre dulce y bebible. Se trata de una de las bebidas más populares en México y la podemos encontrar en casi cualquier restaurante, taquería o heladería.
Aunque el agua de horchata se prepara comúnmente con arroz o hasta con semillas de melón, ¿alguna vez habías probado la horchata de coco? También es conocida como esa famosa, cremosa y fabulosa crema de coco que podemos encontrar en los puestos de aguas frescas. A decir verdad, esta es mi receta de agua favorita y podría tomarla diario sin cansarme.
Y es que es super fresca, dulce y tiene ese saborcito que nos encanta del coco. Además, el agua de coco es muy saludable. Se prepara con la pulpa de coco, crema y un poco de arroz. Es como un punto intermedio entre el agua de coco y la leche de coco.
Esta agua tiene un sabor super trópical que va a hacer que te sientas casi en la playa, disfrutando de un buen coco. Te contamos cómo hacer esta cremosa horchata de coco.
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Comenzamos a preparar nuestra horchata de coco enjuagando el arroz hasta que deje de soltar el almidón y el agua quede clara. Dejamos el arroz remojando junto con la rama de canela por mínimo 3 horas.
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Una vez que pase el tiempo del reposo, vamos a agregar todos nuestros ingredientes en un vaso de licuadora: el arroz hidratado, el coco rallado el extracto de vainilla, la leche evaporada (que puedes sustituir por crema de coco) y medio litro de agua. Dejamos que se licue por un par de minutos hasta que obtengamos una consistencia completamente líquida y homogénea.
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Algunas personas agregan también leche o leche condensada a su agua de horchata para que quede más cremosa y dulce. Si buscas un sabor más lechoso, sin duda puedes agregarle media lata en lugar de azúcar. Si prefieres que tu receta quede más ligera y fresca, puedes prepararla únicamente con agua y la leche evaporada.
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Pasamos la mezcla por un colador (presiona bien la mezcla para que no quede nada de agua en el bagazo y se aprovechen los sabores) y la servimos en una jarra grande y agregamos el agua restante. Puedes acompañar con hielos al gusto. Espolvorea con un poco más de canela en la superficie y ¡a disfrutar!
Fotografía recuperada del blog Thrift and Spice