Cristina Díaz
Editora en JefeMás de 12 años de experiencia en medios digitales y redes sociales. Enfocada en lo soft news y viral.
Llegó la temporada de los caldos y bebidas calientes, así que en esta ocasión nos enfocaremos en el champurrado de chocolate, ese clásico mexicano que acompaña el pan dulce o los tamales en desayunos, meriendas y con pan de muerto o rosca de reyes. Pero si piensas prepararlo para varias personas, una de las preguntas más comunes es: ¿cuánta leche se necesita para hacer champurrado para 10 personas? Aquí te compartimos la proporción exacta y una receta tradicional para que te rinda perfecto, quede con la textura cremosa ideal y no falte en tu mesa.
Champurrado de chocolate: la clave está en la leche
El champurrado es una variante del atole que se elabora con masa de maíz, chocolate mexicano, piloncillo, canela y leche (aunque algunas versiones usan agua). Su origen se remonta a la época prehispánica, cuando el cacao y el maíz se mezclaban en bebidas rituales. Con la llegada de los españoles, se incorporó la leche y el piloncillo, dando origen a la receta que conocemos hoy.
La leche es fundamental porque da cuerpo, cremosidad y ayuda a integrar los sabores del chocolate y la masa.
Cuántos litros de leche usar para 10 personas
Según la proporción tradicional usada en recetas base como la de Abuelita, se recomienda 3 tazas de leche para 4 porciones.
Calienta el agua con la canela y el piloncillo hasta que este último se disuelva por completo.
Agrega las tabletas de chocolate y deja que se derritan a fuego bajo, moviendo constantemente con una cuchara de madera o molinillo.
Vierte la leche caliente poco a poco mientras sigues mezclando.
Disuelve la masa en un poco de agua fría hasta que no tenga grumos y añádela a la olla lentamente, sin dejar de mover.
Cocina a fuego medio-bajo, batiendo constantemente, hasta que el champurrado espese y adquiera una textura cremosa.
Ajusta el dulzor y sirve bien caliente en tazas de barro.
Champurrado
Consejos para que quede perfecto
Si el champurrado queda demasiado espeso, agrega un poco más de leche caliente.
El secreto está en no dejar de batir, así evitarás grumos y lograrás una consistencia aterciopelada.
Puedes usar leche evaporada o deslactosada si lo prefieres, sin alterar mucho el sabor.
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