Ni Zicatela ni Zipolite, este destino de Oaxaca tiene la playa más tranquila donde podrás rodearte de naturaleza, desconectarte y descansar

Entre colinas y el oleaje del océano, hay uno de los secretos mejor guardados de la costa oaxaqueña, que no es ni Zicatela ni Zipolite, un lugar que tiene la playa más tranquila donde podrás rodearte de naturaleza, desconectarte y descansar.

Se trata de San Agustinillo, un pintoresco poblado ubicado entre Puerto Ángel y Zipolite, que te puede dar una escapada para quienes anhelan desconectarse del ritmo acelerado de la ciudad y conectar con la naturaleza.

Cuál es el destino de Oaxaca tiene la playa más tranquila

Imagina caminar por playas de arena dorada mientras una brisa suave acaricia tu rostro y el atardecer pinta el cielo de tonos intensos, este paraíso es real y se encuentra en Oaxaca.

En este rincón encantador se encuentra en la costa del Océano Pacífico y aquí el tiempo parece detenerse, ya que la vida transcurre al ritmo de las olas, entre pescadores que comparten sus recetas y visitantes que encuentran en su tranquilidad un refugio a la cotidianeidad.

Debes saber que San Agustinillo no solo conquista por su hermoso paisaje, sino que algo que debes probar es su gastronomía, la cual, está centrada en mariscos frescos, recién salidos del mar.

Ni Zicatela ni Zipolite, este destino de Oaxaca tiene la playa más tranquila donde podrás rodearte de naturaleza, desconectarte y descansar

Foto: https://commons.wikimedia.org/

Pero si lo que buscas es aventura y deportes extremos, hay mucho por explorar como el surfear en sus olas suaves, hasta excursiones en kayak o paddle board, e incluso, pescar en sus perfectas aguas tranquilas.

Muy cerca, el imponente Punta Cometa ofrece vistas panorámicas del océano, ideales para una caminata al atardecer. Para los amantes del mar profundo, Puerto Ángel es perfecto para practicar snorkel o buceo, con una vida marina vibrante y colorida.

De hecho, no hay una temporada adecuada para visitar San Agustinillo, pero si quieres vivir un espectáculo natural inolvidable, de julio a diciembre podrás presenciar el regreso de las tortugas marinas que llegan a desovar a las mismas playas donde nacieron, o bien, en invierno puedes ver ballenas con mucha suerte.

Y si tu plan es simplemente relajarte, también es posible: aquí puedes pasar los días bajo una palapa, leyendo un libro, tomando el sol o practicando yoga con el mar como fondo sonoro. La tranquilidad que se respira en cada rincón de San Agustinillo invita a dejar atrás el estrés y vivir el presente de la manera más relajada posible.