Nunca es suficiente cuando de puré de papa se trata: existimos personas que podemos servirnos plato tras plato de puré de papa, pero a veces con la receta básica de esta guarnición no es suficiente, por eso traemos 3 formas expertas, fáciles y rápidas para preparar puré de papa para acompañar el lomo de cerdo.
El puré de papa es casi una religión cuando se trata de platillos navideños, es la guarnición más cómoda de preparar, económica y favorita de grandes y chicos, así que vamos a empezar por la receta más fácil de todas y la inesperada.
Puré de papas con papas fritas
El clásico puré de papa super cremoso
La ventaja del puré de papa es que también lo puedes convertir en una opción de guarnición para una cena o comida de celebración especial. Si estás buscando la mejor manera de hacer que el puré de papa sea suave y tenga un sabor súper delicioso, lee nuestra guía práctica y prepara nuestra receta deliciosa.
Vamos a empezar por lavar nuestras papas para retirar cualquier residuo de tierra y con un cuchillo vamos a dibujarle superficialmente una X a ambas caras de la papa; esto nos ayudará a pelarlas más fácilmente cuando estén cocidas.
Colócalas en una olla cubiertas de agua por completo y cuando esté hirviendo el agua puedes agregar la sal y dejarlas en cocción hasta que estén completamente suaves.
Vamos a pelar nuestros dientes de ajo y cortarlos finamente hasta que parezcan casi machacados y los reservamos.
Una vez que tus papas esté bien cocidas vamos a pelarlas y con una batidora manual de globo, un machacapapas o un tenedor vamos a empezar a deshacer la papa hasta que quede lo más suave posible y lo reservamos.
Vamos a llevar a una olla un chorrito de aceite de oliva para que no se queme la mantequilla. Vamos a colocar 1/3 parte de mantequilla a derretir a fuego bajo e incorporamos el ajo machacado.
Puedes dejar los ajos fileteados si te gusta el ajo.
Una vez que al ajo cambie de color y suelte su aroma vamos a agregar la papa machacada e incorporamos en movimientos envolventes.
Agregamos la mantequilla restante junto con media cucharadita de pimienta negra y volvemos a incorporar en movimientos envolventes.
Si notas que todavía se siente muy pesada y compacta la mezcla, agrega poco a poco la leche para ir suavizando la mezcla.
Rectifica el sabor de la sal y que toda la mantequilla esté bien derretida para que ningún pedazo se quede sólido. Mueve constantemente para que no se queme o pegue al fondo de la cacerola y retira del fuego después de cinco minutos.
¡Ahora sí, disfruta!
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