Iniciamos ya el año, y aún quedan fiestas por venir, sobre todo en nuestro País, tan alegre y bullanguero, pero esta receta, es de un platillo familiar que seguro conoce la mayoría y que si bien no es rápido, tampoco es complicado y les aseguro que bien vale la pena porque gusta a todos, chicos y grandes.
Ingredientes
500 grs. de carne para deshebrar, 5 jitomates (tomate rojo), 1 cebolla mediana, medio diente de ajo, 3 huevos separados claras y yemas, 1 taza de aceite para freir las tortitas, consomé en polvo y sal de mar.
Procedimiento
En una olla se pone la carne a cocer en agua con sal y media cebolla, si se cuece en olla exprés, estará lista en 20 min. o hasta que se deshebre fácil con un tenedor.
Mientras la carne se cuece, preparamos la salsa poniendo los jitomates a cocer en agua y una vez listos, licuándolos con la media cebolla restante, (escurridos) el medio diente de ajo (sin la parte central para hacerlo más suave al gusto) y con consomé o sal al gusto. Reservamos para poner a hervir en una cazuela con un poco del jugo colado de la carne cocida. También me gusta poner los jitomates a cocer directo con el caldo de la carne, esto es cuando ya tengo la carne cocida y para todos los guisos que requieran salsa de jitomate o de tomate verde.
Una vez cocida y deshebrada, procurando que las fibras queden de máximo 4 cm. ponemos las claras a batir a punto de merengue o de turrón en la batidora o las batimos a mano con tenedor. El punto exacto es cuando se voltea el tazón y no se caen, o cuando al levantar las aspas, se hacen picos firmes. En este momento,se agrega una a una las yemas, consomé en polvo y se bate de forma suave, solo para integrar los ingredientes. Se agrega la carne deshebrada y se integra de forma envolvente.
En otra sartén, pongo la taza de aceite y cuando tiene temperatura, tomo con una cuchara porciones de carne con huevo y las frío tratando de que me queden redonditas. Cuando la parte de abajo se dora un poco, les doy la vuelta y dejo dorar. Luego las escurro y las pongo en una servilleta de papel para que escurran todo exceso de grasa.
La salsa que tengo en la licuadora, la mezclo con una taza de caldo y la pongo a hervir sin grasa. Compruebo la sazón y si está muy espesa, le agrego más caldo colado hasta que quede una salsa no muy espesa, ni aguada. Entonces agrego las tortitas y permito que den un hervor de unos 3-4 minutos, lo que hará que la salsa tome su sabor y el aceite que haya quedado para terminar de freírse.
Una vez listas, las presento con arroz guisado a la mexicana y con frijoles refritos. Créanme, a todos en casa les encantan y se las comen sin problemas incluso los más pequeños. No pican y no tienen cebolla o jitomate cocidos y en trozos que a los pequeños les disgusta ver en el plato.
En Directo al Paladar, les dejo el enlace de una sopa que me encanta: Fideo seco con caldo de frijol.
