Existe un platillo que apenas podemos ver en fotos y ya se nos agua la boca: los macarrones con queso. Y es que a las personas que somos adictas a los sabores y texturas cremocitas del queso en todas sus presentaciones, no hay nada que nos haga sentir más reconfortados en un fin de semana en el que no tenemos ganas de hacer otra cosa que echar la flojera, rápido y sencillo: se trata un buen platillo con pasta (o macarrones) con queso en abundancia.
Estos Mac & Cheese son uno de los platillos más típicos de la gastronomía estadounidense que, sin duda, nunca puede faltar en las cocinas. Una de las razones principales por las que es tan común en las cocinas de Estados Unidos es debido a que es super sencilla de preparar y muy saciante. ¡Manos a la obra!
Vamos a comenzar cociendo la pasta: ponemos a calentar una olla con agua y sal, cocemos por unos 10 minutos, no tiene que quedar 'al dente' ya que después los terminaremos de cocinar en el horno, que iremos precalentando a 200°C.
Mientras se cuece la pasta, vamos a preparar la salsa de queso para los macarrones: en una sartén mezclamos la maizena diluida en un poco de leche fría. Agregamos el resto a la sartén junto con una cucharadita de mostaza, una pizca de sal y de pimienta. Mezclamos bien y calentamos a fuego medio.
No hay que dejar de remover en ningún momento, para que tome la textura que estamos buscando, que es ligeramente espesa. En ese momento bajamos el fuego al mínimo y añadimos el queso cheddar, sin dejar de remover de nuevo, hasta que se derrita y se incorpore.
En cuanto la salsa esté cocida, la mezclamos con la salsa y lo ponemos en un refractario para horno. Cubrimos con queso parmesano rallado y horneamos durante 15 minutos, hasta que haya gratinado y quede bien doradito por arriba.
¡Listo! A disfrutar de unos munchosos macarrones con queso. Pero cuidado, no olvides dejarlos enfríar antes de degustar, porque les advierto: va a estar muy caliente.
