Guía para comprar jitomates enlatados

Guía para comprar jitomates enlatados
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Una de las frutas más usadas en México en la comida diaria son los jitomates, que es más común pensar en ellos como vegetales. Si bien los encontramos disponibles todo el año, no hay que olvidar que su temporada de cosecha es durante los meses cálidos, de mayo a octubre, razón por la cual los meses restantes su precio se eleva considerablemente.

De allí que no sea mala opción optar por el uso de jitomates enlatados en nuestra comida, sobre todo si no tenemos pensado comerlos crudos. Al darnos una vuelta por el supermercado podemos encontrar una buena variedad: completos, en cubos, en puré, en salsa y triturados. Por eso es que hemos pensado en esta guía para comprara jitomates enlatados.

Jitomates enteros, sin piel

Los jitomates enlatados enteros y sin piel son los que menos procesamiento tienen de entre todas las opciones de jitomates enlatados que existen en el mercado. Usualmente solo han sido calentados al vapor lo suficiente para remover la piel y son envasados con jugo de jitomate o con puré. Son los mejores para preparar platillos donde el sabor de los jitomates frescos es indispensable.

Jitomates cortados

Los jitomates enlatadados cortados llevan un poco más de procesamiento, aunque básicamente son jitomates sin piel cortados por la mitad. Es necesario saber que éstos tampoco llevan un proceso de cocción y las semillas no les han sido retiradas. Son perfectos para preparar sopas, salsas y otros guisos caldosos.

Es importante mencionar que tanto los enteros sin piel como los cortados contienen cloruro de calcio, un compuesto químico usado para lograr que se mantengan firmes. Sin embargo, en el caso de los jitomates enlatados y cortados hay una mayor área de exposición, y por lo tanto una mayor absorción. Por ese motivo es que no se desbaratan fácilmente al cocerse, lo que los hace ideales para platos en los que queremos que mantengan la forma.

Jitomates triturados

Jitomate Triturado

Los jitomates triturados son jitomates pelados enteros que han sido ligeramente molidos para obtener una consistencia gruesa a los que no se les han retirado las semillas y tampoco han pasado por un proceso de cocción. Una de sus ventajas es que al no necesitar que su forma se mantenga los fabricantes no les agregan cloruro de sodio al envasarlos. Debido a ello, son ideales para preparar salsas para pasta, por ejemplo.

Puré de jitomate

El puré de jitomate o puré de tomate es quizá con el que más estamos familiarizados en México. A saber que éste si lleva un proceso de cocción y ha sido colado, por lo que no encontraremos semillas en el producto. A partir de este es que se produce la pasta de tomate, tras un proceso de cocción lenta en la que se elimina el 75% del agua como mínimo.

La desventaja de este producto es que muchas marcas de puré de tomate venden en realidad pasta de tomate reconstituida con agua, la cual tiende a separarse una vez que la calentamos.

Salsa de jitomate

Jitomate Triturado

La salsa de jitomate o puré de tomate condimentado es un producto al que se le han añadido otros ingredientes para sazonarlo, mismos que usualmente consisten en sal y azúcar además de algunas hierbas aromáticas y ajo. También pasa por un proceso de cocción y colado e incluso su consistencia es más líquida que el puré.

Pasta de jitomate

En los últimos años hemos visto con más frecuencia la presencia de pasta de jitomate en nuestros supermercados mexicanos y como hemos dicho, se le ha eliminado el 75% de agua por lo que es un concentrado. La recomendación para usarla es para añadir sabor y espesor a las salsas y caldos. Como usualmente las recetas solo piden una cucharada o dos como máximo, debemos considerar que es posible congelarla, en pequeñas porciones, hasta que volvamos a usarla.

Por último, no hay que olvidar que los jitomates enlatados son cosechados y envasados en su mejor punto de maduración, por lo que su sabor y nutrientes son ideales. Nuestra recomendación es que antes de comprarlos revises la etiqueta del producto y elijas aquél con una menor cantidad de ingredientes: jitomates, sal, agua, jugo de tomate y quizá un pco de ácido cítrico. Si tiene ingredientes como jarabe de maíz de alta fructuosa u otros preservativos, es mejor que los evites.

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