Las escuelas mexicanas están inundadas de "comida chatarra". De acuerdo con cifras de una organización civil llamada Poder del Consumidor, así como la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), el 51% de la comida y bebidas que se expenden en estos sitios de estudio están inscritas dentro de esta categoría con bajo valor nutrimental, y que a la larga producen obesidad, entre otros afectos adversos a la salud.
Esto, a pesar de que en mayo de 2014 se aprobó en México una ley que prohíbe la venta de comida chatarra en escuelas públicas y privadas, desde la preescolar a la universidad. Aunque dicha norma es punitiva, no ha sido acatada como se esperaba. Y el fenómeno es generalizado. A la fecha, aún existe un 98% de escuelas en las que se vende este tipo de comida.
Por esta razón, ambas organizaciones se unieron a través del uso de una plataforma llamada Mi escuela saludable, a partir de la cual buscan informar a padres de familia y autoridades escolares sobre datos duros acerca la obesidad infantil en México y a cuánto de ella contribuye el tipo de comida que se vende en las 'tienditas' durante el recreo u horas libres.
De acuerdo con información retomada de dicho portal, en el ciclo escolar comprendido entre 2018 y 2019 fueron recibidos 4 mil 879 reportes, acerca de 4 mil 137 escuelas, en las 32 entidades federativas.
Como la situación se ha vuelto grave, debido a que 1 de cada 3 menores en edad escolar es obeso (lo cual suma más del 30% de esta población), esta campaña de concientización no sólo viene acompañada de estadísticas, sino también de infografías amigables y llamativas disponibles para descarga, para que cualquier persona pueda imprimirlas y pegarlas en un sitio visible de la escuela; de igual forma, se pormenorizan las razones por las cuáles la "comida chatarra" causa fallas en el organismo por medio de la sal añadida, la grasa que llega a tapar arterias y los altos niveles de glúcidos refinados que se tienen que procesar en el hígado.
Entre los productos de los que a toda costa debe prescindirse se encuentran los refrescos carbonatados, las papas fritas, hamburguesas, pizza, galletas, pastelillos, dulces y chocolates. A su vez, recomiendan consumir muchas más frutas y verduras, especialmente de temporada, al igual que bebidas hechas de forma natural, reducidas en azúcar.
Aunque aún falta mucho por hacer, quienes dirigen la iniciativa confían en que pronto pueda notarse el progreso de su trabajo informativo y de gestión de denuncias.
El número de escuelas reportadas por vender comida chatarra crece todos los días y en la página se pormenorizan los pasos que cualquier persona puede adoptar para dar fe de estas irregularidades en cualquier 'tiendita' escolar. Sólo hay que llenar un formulario anónimo y muy sencillo, incluyendo una lista de la "comida chatarra" que se vende en alguna escuela. Lo que se espera es que cada vez más personas se hagan conscientes de lo importante que es contribuir con eso.
