Tu corazón es tu motor en la vida. Por eso, lo mínimo que puedes hacer para retribuirlo es cuidarlo. Y aunque no lo creas, una clave muy importante está en lo que comes.
Es por eso que hoy decidimos hablarte de cinco alimentos que no pueden faltar en tu alacena, para protegerlo y al mismo tiempo cocinar recetas deliciosas. Se trata de insumos muy fáciles de conseguir y que resultan muy versátiles, por lo que podrás utilizarlos de muchas formas a lo largo del día.
Nueces
Esto muy bien sabido ya, pero te lo recordamos para que nunca falte en tu dieta una dosis generosa de esta oleaginosa. Previene problemas cardiovasculares porque tiene muchos ácidos grasos Omega-3.
Que no te espanten sus niveles de grasa: puedes estar seguro de que son de las que le hacen mucho bien a tu cuerpo. ¡Más nueces siempre!
Salmón
Ya se descubrió que el salmón también posee de forma natural muchos ácidos grasos Omega-3. Ayuda a reducir los triglicéridos, el colesterol y mejora la elasticidad de las paredes arteriales. Encima, nadie puede quejarse, el salmón es delicioso y queda bien lo mismo en sashimi, que en un bagel calientito.
Chocolate negro
Entre más negro y amargo, más saludable y puro es. Entre más oscuro, más cacao posee. Eso es garantía de que también le ayudará a tus arterias a ser más flexibles. También evita que los leucocitos se peguen a tu sistema cardiovascular. Y sí: también es delicioso y perfecto para acompañar tus mejores recetas de postre.
Fresas
¿Qué tal un licuado de esta fruta fresca, diminuta y llena de sabor? Como tienen flavonoides, eso ayuda a controlar la presión arterial, haciendo más fluida toda tu circulación. Es recomendable que las consumas a diario porque, encima, son muy ricas en ácido cítrico y te pueden ayudar a prevenir enfermedades.
Aceite de oliva
La Fundación Española del Corazón asegura que la ingesta diaria de aceite de oliva ayuda a proteger la salud cardiovascular, debido a que es un insumo que también contiene muchos ácidos grasos y antioxidantes.
Ya sea que lo uses como aliño de tus ensaladas, o para fritar ligeramente un pescado o una carne roja, ¡es una maravilla!
Fuentes: Mayo Clinic | Fundación de Corazón
