Cada que lavas los trastes y encuentras un colador, has pensado en lo complicado que resulta retirarle los restos de comida o jabón pegados en los diminutos orificios que tiene y no sabes cómo llegar a ellos para dejarlo limpio. No te preocupes más, porque para lavar tu colador solo necesitas una cuchara.
En esta ocasión, nos pusimos a investigar algunos trucos para facilitarte esta tarea, por lo que te queremos compartir la manera más eficaz para lavar un colador y evitar que se queden ciertos desechos incrustados.
Lo mejor es que no será necesario recurrir a productos costosos, porque con un solo elemento de tu cocina vas a dejar tus coladores impecables y muy limpios.
Así puedes usar una cuchara para lavar un colador fácil y rápido
A continuación, te compartimos el truco paso a paso para lavar un colador fácil y rápido usando una cuchara, ideal para quitar residuos de pasta, arroz o harina que se quedan atorados:
Vas a necesitar:
1 colador sucio
- 1 cuchara
- Agua corriente del grifo
Jabón para trastes
Procecimiento:
Enjabona el colador: Antes de usar la cuchara, aplica un poco de jabón para trastes y frota con una esponja por dentro y fuera del colador para eliminar grasa o residuos menores.

- Usa la cuchara: Sostén el colador firmemente con una mano y con la otra mano, toma la cuchara y colócala encima del colador. Abre el grifo y mueve la cuchara lentamente, verás cómo se disfrubuye el agua y se esparce por todo el colador fácilmente hasta dejarlo sin rastros de jabón.

Enfócate en los bordes y esquinas: Presta especial atención a los bordes y las uniones del colador, donde los residuos tienden a acumularse más. La curvatura de la cuchara te permitirá llegar a esos rincones difíciles.
Seca y guarda: Después de un último enjuague, asegúrate de que el colador esté completamente limpio. Sécalo bien antes de guardarlo para evitar la formación de moho o que se oxide.
Otros usos del colador en la cocina además de colar cosas
Tamizar ingredientes secos: Ideal para tamizar harina, azúcar glas, cocoa o fécula de maíz, logrando una textura más fina y sin grumos, especialmente en recetas de repostería.
Espolvorear ingredientes: Puedes usarlo para espolvorear canela, azúcar glas o cacao en polvo sobre pasteles, hotcakes, galletas o bebidas, logrando una distribución uniforme y bonita.
Lavar frutas, verduras o granos: Los coladores permiten enjuagar uvas, fresas, lechuga, arroz, lentejas, etc., sin que se escapen por el fregadero.
Cocer al vapor (de forma casera): Coloca el colador metálico sobre una olla con agua hirviendo, agrega vegetales en él y úsalo como vaporera improvisada (tapa la olla para mejores resultados).
Escurrir alimentos fritos: Funciona muy bien para colocar encima alimentos fritos como empanadas, papas o pollo y dejar que escurran el exceso de aceite.
Rallar ingredientes blandos: Algunos cocineros lo usan como un rallador improvisado para rallar huevo cocido, quesos suaves o jitomates, usando la parte exterior del colador como superficie de fricción.
Decorar postres: Sirve para colocar polvo de galleta, cocoa o nuez molida en forma de lluvia fina sobre postres, si usas plantillas decorativas encima.
Filtrar caldos o infusiones: Aunque es una forma de colar, también puedes usarlo para hacer infusiones caseras de té o hierbas, o para filtrar aceites con residuos.
Desmenuzar queso fresco o ricotta: Al presionar ligeramente sobre el colador, puedes romper trozos de queso fresco o ricotta y lograr una textura más uniforme.
Secar hierbas o brotes: Después de lavarlos, puedes colocar hojas de perejil, cilantro o brotes tiernos en el colador para que escurran el exceso de agua al aire libre.
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