Un reciente estudio finlandés sugiere que nuestras emociones generan cambios fisiológicos en nuestro cuerpo. Para demostrarlo utilizaron un sistema de auto-reporte topográfico, después juntaron la información de varias personas y crearon unos mapas corporales que reflejan el lugar donde sentimos las emociones.
Estudios previos habían demostrado que las emociones controlaban nuestro comportamiento y alteraban nuestro estado fisiológico ante eventos de estrés o acontecimientos agradables. Sin darnos cuenta, es algo que desde hace mucho lo sabemos, a lo mejor de forma inconsciente. Por ejemplo, observa la forma en la que nos expresamos ante ciertas circunstancias emocionales: si cortas con tu novi@, se te “rompe el corazón” y al ver a la persona que te gusta “sientes mariposas en el estómago”.
Para llevar a cabo el estudio, se realizaron cinco experimentos con 701 sujetos. Cada participante era expuesto a un evento emocional a través de palabras, historias, películas o expresiones faciales. Después, en una computadora aparecía una silueta corporal y se les pedía que colorearan la región anatómica donde las sensaciones se habían vuelto más fuertes (colores cálidos como rojo y amarillo) o donde las sensaciones habían disminuido (colores fríos como azul y negro).
El ejercicio de mapeo produjo algunos resultados esperados: una cabeza llena de emociones cuando estás enojado, una persona feliz está radiante desde la punta de la cabeza hasta la punta de los pies, una persona deprimida demuestra pocas sensaciones en su cuerpo.
Casi todas las emociones generaron algún cambio en la región de la cabeza, posiblemente porque ante un estímulo sonríes o frunces el ceño. Probablemente las emociones que generan cambios en las extremidades, como el amor y el enojo, es porque bajo esas circunstancias estás listo para abrazar o pegar.
Para cada una de las diferentes emociones, se obtuvo una fuerte correlación en las siluetas de los participantes, arriba de 0.71. Los sujetos provenían de Taiwán, Finlandia y Suecia y sin embargo dibujaron mapas muy similares, sugiriendo que las sensaciones no están limitadas a un lenguaje ni a una cultura. Es importante mencionar que las sensaciones corporales no se midieron con ningún aparato, todos los reportes fueron subjetivos y se basaron únicamente en lo que los individuos reportaron.
Se podría concluir que definitivamente los sentimientos emocionales están asociados con sensaciones corporales, y esto forma parte fundamental de la experiencia emocional. Estos resultados podrían ayudar a entender mejor trastornos de estado de ánimo que están acompañadas por una alteración en el procesamiento emocional.
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