Algo que todo corredor de fondo desea es aprender a concentrarse en su carrera; poner la mente en blanco y entrar en un estado zen para simplemente "dejarse ir". De tal manera que la práctica de la meditación y el correr llevan hoy en día un maridaje perfecto, los objetivos del corredor se han visto complementados con las herramientas que nos brindan ciertas técnicas budistas para la meditación. Si pudiéramos oír la mente de cualquier corredor durante una carrera larga, las voces sonarían a un monólogo sin sentido que sonaría en algunos casos a algo así: "Sabia que debía de haber traído mis lentes de sol. Qué pájaro tan bonito. Hace frío, debí de haberme puesto una térmica. ¿Que hay para cenar? Que buenos se sienten estos tenis nuevos. Creo que hay pasta. Compraré un aderezo de regreso a casa. Tengo que sacar a pasear al perro. ¡Que buena canción!" y un sin fin de etcéteras.
Los Budistas le llaman a esos pensamientos de ping pong la "mente de mono"; lo que significa que los pensamientos aleatorios que rebotan al rededor de nuestra cabeza son como un barril repleto de primates traviesos. Este es un estado natural para los corredores que están dispuestos a dejar vagar sus mentes por kilómetros.
El problema llega cuando nos encontramos estresados por situaciones de trabajo, de pareja o de la vida en general, esos monos mentales empiezan a hacer de las suyas a golpear más fuerte con pensamientos que pueden convertir en una pesadilla la carrera de cualquier corredor (¿Qué estaba pensando cuando me inscribí a esta carrera? ¡Voy por debajo de mi ritmo calculado! ¡Me duele el pie! ¡Tengo hambre!, etc.)
El budismo tiene una fórmula para "domesticar" a esos monos mentales: la meditación. Esta antigua práctica se realiza tradicionalmente sentados y concentrados en nuestra respiración para lograr la paz mental. Sin embargo, cada vez más y más corredores están aprendiendo cómo meditar mientras recorren carreteras y caminos, en parte gracias a Sakyong Jamgon Mipham Rinpoche, líder espiritual de una red global de centros de Shambhala.
Sakyong es un corredor maratonista con un RP de los 42k en 3:05 y autor del libro "Correr con la Mente de la meditación", además es fundador de un taller del mismo nombre que se imparte en 11 lugares diferentes de todo el mundo. "La meditación reduce el caos y el estrés", dice Sakyong. "Cuando aplicamos eso a correr, este se convierte en una herramienta que aporta relajación y vitalidad al cuerpo. Al permitir que nuestra mente y cuerpo armonicen, nos sentimos más vivos y fuertes."
Suena increíble llegar a ese estado y como todo, si deseas lograrlo, así como el entrenamiento para una carrera requiere de una acumulación gradual, desarrollar una práctica de trote o carrera meditativa requiere tiempo y práctica. Sin embargo existen algunos principios básicos de la meditación que puedes aplicar en tu próxima carrera y ayudarte a sentirte y correr mejor al instante. A continuación te muestro algunos:
Concientízate
La primera técnica de Sakyong recomienda desarrollar la conciencia corporal: prestar atención a cómo estás respirand; cómo tus pies están aterrizando; cómo tus brazos se balancean. Si estás teniendo algunas zonas de tensión (los puños cerrados o hombros estrechados) hay que relajarlos y también pensar en las posibles causas de la tensión. ¿Está relacionada por correr o hay un componente de estilo de vida que nos afecta? (como no estar durmiendo mucho, haber mal comido la noche anterior, etc.).
Sakyong señala que "Estamos capacitados para empujar nuestras carreras a través de la incomodidad. Pero si hay algo que se puede corregir o al menos reconocer la fuente de dicha inconformidad, podremos sentirnos mucho más relajados y correr mejor". Eso nos puede traer grandes recompensas: funcionamiento más eficiente, tiempos más rápidos, menos lesiones.
Piensa feliz
Investigaciones han vinculado que una perspectiva optimista mejora la capacidad atlética. Los maestros budistas dicen que debemos tomar los pensamientos positivos como una racha de mal clima, ejemplo: una tormenta que pasa; y que es tan solo eso, algo que llega, pasa y se va. Mantener los pensamientos en su estado más positivo durante esos 21K o 42K te harán en definitiva la vida más fácil.
Acepta el Reto
Un sin fin de colinas, el clima que no coopera y de repente, los recorridos largos y monótonos pueden convertir una experiencia agradable en una muy frustrante. "Cada carrera tiene desafíos", dice Sakyong. "El reto es ser valiente, no tratando de escapar del aburrimiento o molestia, pero si relajándonos y aceptar cómo son las cosas."
Steve Joseph, abogado de Manhattan de 51 años de edad, hizo un entrenamiento de meditación para mantener la compostura en el inicio de la Maratón de Boston 2012. Mientras que otros corredores entraron en pánico cuando la temperatura se elevó a casi los 80º, Steve se sentó y se concentró en su respiración. Era una estrategia inteligente en más de un sentido. "Yo estaba en el suelo mientras todos los demás estaban de pie y muy inquietos. Esa gente me proporcionó sombra y mientras estuve sentado, yo conservaba más energía." Joseph mantuvo la calma durante toda la carrera, centrándose en su respiración. Los corredores ya cuentan con almacenamiento de fuerza y resistencia. La meditación puede ayudarte a reconocer estas cualidades.
Ama tu carrera
Los corredores tendemos a estar insatisfecho con la rapidez con la que corremos, con lo lejos que somos capaces de ir. Si bien es bueno querer mejorar, también tienes que valorar el corredor que eres hoy. Mientras corres, piensa en todo lo bueno que te estás haciendo, estás fortaleciendo tus músculos, estás produciendo endorfinas, y te estas regalando tiempo para ti. Disfrútalo y date que cuenta del aquí y del ahora.
Imágenes | Evgeny Atamanenko | Don McCullough | Running with the mind of meditation |
En Vitónica México | Correr: Un acto casi Espiritual
