El alcohol es el protagonista de múltiples bebidas, cocteles, postres y hasta platillos de la alta cocina; sin embargo, cuando lo consumimos en exceso puede ocasionar estragos en nuestro organismo, así que hoy te mostramos lo que le pasa a tu cuerpo, aunque, la manera en que afecta al organismo es de forma lenta y progresiva.
De acuerdo con la doctora África López Illescas, médico del Consejo Superior de Deportes en la Agencia Española de Prevención de Salud en el Deporte y profesora de la facultad de Medicina de la Universidad Alfonso X el Sabio de Madrid, el alcohol afecta a nuestro cuerpo produciendo una gran agresión a la fisiología, al sistema metabólico, a los órganos, según una publicación de la Agencia EFE.
De hecho, la ingesta de alcohol produce una pérdida progresiva de memoria y de otras capacidades mentales, que se asoman con el tiempo; pero los efectos más próximos se notan en los cambios de humor, nos sentimos contentos pero los procesos de pensamiento y juicio se van alterando.
Mientras que, a nivel cardiovascular, dependiendo de la dosis de alcohol ingerido, puede aumentar mucho la presión sanguínea, lo que puede provocar hipertensión. De hecho, puede producir daños en el músculo cardíaco, debilitando sus paredes y perdiendo la capacidad de bombear la sangre.
Por otra parte, a nivel digestivo, puede provocar pancreatitis aguda, una enfermedad que afecta severamente al páncreas. Además, el hígado también se ve afectado, al llevar una sobrecarga de trabajo para limpiar la sobrecarga metabólica, pero al final claudica; se produce una hepatitis muy grave que termina en cirrosis y, por supuesto, la muerte celular de los hepatocitos.
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Esto le pasa a tu cuerpo cuando bebes alcohol
- Esófago: Ese ardor que sientes en el esófago es porque el daño comienza en la mucosa de éste.
- Ojos: Ves borroso porque se produce una dilatación ocular que altera la percepción de la luz; además de retraso en el procesamiento de la información visual.
- Cabeza: Esos molestos dolores de cabeza se deben a que los vasos sanguíneos se dilatan.
- Audición: Tal vez te ha parecido que no oyes claramente, ya que hay un retardo en el procesamiento de la información auditiva.
- Cerebro: Se reduce la habilidad de hacer dos o más cosas al mismo tiempo; se altera el juicio, por lo que solemos tomar malas decisiones, además de que el humor también es alterado; la concentración disminuye hasta en 40 por ciento; se reduce la coordinación motriz y la capacidad de respuesta; hay desorientación; disminución del equilibrio; y se pierde la sensibilidad a la velocidad.
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- Cara: Se produce un enrojecimiento notorio.
- Corazón: Tal vez sientes que te agitas de más, pues hay una elevación en la frecuencia cardiaca y la presión sanguínea.
- Hígado: Tu hígado se empieza a dañar porque solo puede procesar cierta cantidad de alcohol en un periodo determinado; para ello requiere agua que generalmente toma del cerebro.
- Músculos: Se produce una relajación muscular en todo tu cuerpo.
- Estómago: El 20 por ciento de lo que bebes se absorbe en tu estómago, por lo que se irrita.
- Intestino delgado: El otro 80 por ciento del alcohol que ingieres se absorbe en tu intestino delgado.
- Riñones: Podrías tener molestias en los riñones por el exceso de trabajo que tienen cuando bebes alcohol.
- Vejiga: Sientes mucha sed por que al beber alcohol se produce más orina y al expulsarla viene una deshidratación.
Fuente | Agencia EFE | Revista del Consumidor |
Imagen | Mabel Amber | Moritz320 | Myriams-Fotos |
