La esquizofrenia es una enfermedad mental caracterizada por delirios, alucinaciones y problemas cognitivos que normalmente se manifiesta en la adolescencia o en la edad adulta temprana. Empezar a tratar la enfermedad a tiempo se relaciona con mejores resultados, pero en la actualidad los tratamientos disponibles con para controlar, en lugar de curar.
Varios estudios anteriores habían demostrado que los pacientes con esquizofrenia presentan reducciones en los niveles de los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 y omega-6, en las membranas celulares del cerebro. Por eso un nuevo estudio asegura que consumir aceite de pescado podría ayudar a prevenir la enfermedad, cuando empiezan a aparecer los primeros síntomas durante la adolescencia.
El ensayo duró siete años, durante este tiempo a un grupo de 81 sujetos, entre 13 y 25 años de edad, con alto riesgo de presentar psicosis, se le administraron cápsulas de aceite de pescado diariamente durante 12 semanas, que consistían en ácidos grasos poliinsaturados omega-3, es decir, 700 mg de ácido eicosapentaenoico y 480 mg de ácido docosahexaenoico . Al otro grupo se les dio placebo. Solamente 10 por ciento de los pacientes que recibieron el aceite de pescado desarrollaron esquizofrenia, u otra enfermedad psicótica, mientras que en el grupo placebo, el 40 por ciento desarrollo esquizofrenia.
¿Por qué el cerebro necesita de estas grasas?
La composición del cerebro es 60 por ciento grasas, así que es un tejido que requiere más grasas que cualquier otro del cuerpo. Las miles de células cerebrales están cubiertas de una membrana grasa llamada mielina, la cual ayuda a enviar mensajes a otras células del cerebro, al mismo tiempo que absorbe nutrientes y elimina toxinas.
El aceite de pescado contiene un ácido graso de la serie omega-3 conocido como ácido docosahexaenoico (DHA). El DHA ayuda al cerebro a estar protegido y a evitar que los circuitos cerebrales funcionen mal. El problema es que nuestro cuerpo no produce omega-3 DHA de forma natural, por eso es necesario consumirlo a través de nuestra dieta o de un suplemento. Cuando no consumes este tipo de grasas, el cerebro busca otras fuentes para construir sus membranas de grasa, pero muchas veces el tipo de grasas es inferior y menos flexible que los DHA. Entre más flexibles sean las células cerebrales, son más rápidas y más eficiente. Cuando existen deficiencias de estas grasas, el cerebro no puede funcionar a su máxima potencia, haciendo que la persona sea más vulnerable a presentar esquizofrénica, depresión, agresión, ansiedad y desorden bipolar.
No todos los ácidos grasos omenga-3 tienen la misma estructura. Las mejores fuentes dietéticas de DHA son los pescados como el salmón, caballa, arenque y las sardinas. O bien, tomar un suplemento que contenga al menos 1,000 miligramos de aceite de pescado. Otros tipos de omega-3, como los encontrados en la linaza o en las nueces, ayudan a reducir enfermedades cardiacas, pero no en la salud del cerebro.
Los resultados son bastante alentadores en el campo de la medicina psiquiátrica, y aunque el número de participantes en este estudio fue reducido, gracias a los resultados positivos, los investigadores esperan continuar investigando con un número mayor de participantes.
Vía | Forbes
Imágenes | YuMaNuMa | Allan Ajifo | woodleywonderworks |
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