Si les preguntamos a nuestras abuelas, hace unos cuantas décadas, los tatuajes eran súper mal vistos. Sin embargo hoy en día los tatuajes son cada vez más habituales, se estima que el 25 por ciento de las personas entre los 18 y los 30 años, tienen un tatuaje. Y entre los tatuados, el 65 por ciento son mujeres.
Existen varios tipos de tatuajes. Existen los tatuajes culturales que se realizan por tradición, para celebrar rituales o como una marca de belleza. Y los tatuajes cosméticos, que han ganado bastante popularidad entre las mujeres, y se consideran como un tipo de maquillaje permanente: para delinearse los ojos, los labios, las cejas e incluso pelo falso.
También existen tatuajes por razones médicas, aunque no son tan utilizados en nuestro país. Por ejemplo, una persona con diabetes puede colocarse un tatuaje para que en caso de una emergencia los médicos sepan su condición. En ocasiones, a los pacientes que están en tratamiento de radioterapia se les coloca un tatuaje para marcar el sitio exacto. Después de la reconstrucción de senos por cáncer de mama, es posible realizar un tatuaje que simule un pezón.
Los tatuajes se crean mediante la inyección de tinta en la piel. Para ello, se utiliza una máquina de tatuaje eléctrica que se parece, y suena igual que un taladro dental. La máquina mueve una aguja de arriba hacia abajo, para perforar la piel, entre 50 y 3,000 veces por minuto. La aguja penetra la piel un milímetro aproximadamente y en cada pinchazo deposita una gota de tinta insoluble en la piel.
Cuando vemos un tatuaje, estamos viendo la tinta a través de la epidermis, o la capa externa de la piel. La tinta se encuentra en la dermis, que es la segunda capa de la piel. Las células de la dermis son mucho más estables que las células de la epidermis, por lo que la tinta del tatuaje se queda en su lugar por más tiempo, con menos decoloración y dispersión, permitiendo que dure para toda la vida.
Sin importar la razón por la que quieras realizarte un tatuaje, es importante que te tomes tu tiempo para escoger el estudio adecuado. Recuerda que para hacer un tatuaje es necesario dañar la piel y estar en contacto con sangre y fluidos corporales. Asegúrate de que el estudio este súper limpio y que tenga una licencia vigente. El área de trabajo debe de estar en un área separada, tiene que tener una superficie limpia y libre de objetos que puedan contaminar el área de trabajo.
Lo más probable es que la persona que te vaya a hacer el tatuaje te de algunas recomendaciones para que vayas preparado, pero no está de más que las conozcas a la perfección. No consumas bebidas alcohólicas o medicamentos, especialmente aspirina, la noche anterior. No te hagas el tatuaje si estás enfermo. Asegúrate de que todas las agujas estén en paquetes estériles de un solo uso, y revisa que en el estudio tengan máquinas para desinfectar todo el material, también asegúrate de que el tatuador utiliza guantes desechables.
Si tienes piel sensible o eres propenso a las alergias, anota todos los detalles de los utensilios utilizado mientras te hacen el tatuaje, especialmente el nombre, fabricante y número de lote de los pigmentos. Pon mucha atención a las recomendaciones post-tatuaje, especialmente las relacionadas con la curación de la piel.
No es por asustar, pero es importante que sepas los riesgos de hacerte cualquier tipo de tatuaje. En el peor de los casos sería una infección peligrosa por agujas contaminadas, como VIH o hepatitis C. También se han reportado infecciones por estafilococos, como infecciones por estafilococo resistente a la meticilina (SARM) o impétigo.
Algunas personas son alérgicas a las tintas de los tatuajes. Generalmente es más común con los tonos rojos, y la reacción causada por los tintes o metales usados, puede dañar el tejido o causar hinchazón o una erupción.
Como seguramente sabes, hoy en día es posible retirar un tatuaje. El resultado es mucho mejor si sólo se utilizó tinta negra, pero es importante que sepas que la piel no quedara como antes. Existen tres técnicas para quitar un tatuaje: la piel tatuada puede ser cortada, frotada (dermoabrasión), o se utiliza un láser. El método más común es el láser, ya que utilizan diferentes tipos de láser para eliminar diferentes tonos de colores.
Así que ahora que ya conoces lo básico de los tatuajes, sabes que es importante siempre estar informado antes de tomar una decisión.
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