Vivimos en un mundo abarrotado de productos con muchos carbohidratos que no necesitamos, pero que aún así consumimos. Muchas veces se trata de productos que los contienen de forma velada y muy difícilmente nos percatamos de que nos los llevamos a la boca.
Sin duda, tomar control sobre nuestro consumo de carbohidratos es importante para tener una vida más saludable y, claro, para cuidar nuestro peso. Aunque no lo creas, implementar pequeñas medidas todos los días es de gran ayuda.
A continuación te decimos algunos de los que podrías empezar a meter de forma más fácil a tu rutina, para tener grandes resultados:
1. Siempre lee las etiquetas
Esto, para que no consumas “carbohidratos vacíos”, o que no te aporten realmente nada. Recuerda que la información nutrimental está indicada en la etiqueta de los productos En ella encontrarás el total de carbohidratos, almidones fibras, alcoholes de azúcar y azúcares naturales y añadidos.
2. No más bebidas azucaradas
Acá entran lo mismo refrescos, que aguas saborizadas, tés helados, enavasados, energéticas y remineralizantes después de hacer deporte e incluso todas sus opciones dietéticas. Opta por beber más agua, jugos naturales (también con medida), tés o infusiones.
3. Haz las compras con el estómago lleno
Esta es una regla de oro. Si compras con hambre, lo único que lograrás es llenar el carrito con todo lo que se te antoje para saciar tu estómago “por el momento”. Es decir, que puedes salir con infinidad de papitas fritas, galletas o sopas para hacer al instante. El apetito te hará optar por alimentos procesados, grasosos, azucarados y poco saludables. Mejor prevé el momento de ir al supermercado y come bien antes de enfilarte a los pasillos de donde necesites productos.
4. Aumenta tu consumo de alimentos ricos en fibra
Es decir, frutas y verduras sin azúcares añadidos. Esto no solo es por los carbs, sino porque al sentirte más satisfecho tardarás más tiempo en volver a comer y tendrás un mejor tránsito intestinal.
5. Siempre cereales integrales
Son mucho mejor fuente de fibra que los refinados, ya que los refinados pasan por un proceso en el que desaparece gran parte de grano y, por consiguiente, de sus nutrientes y fibra.
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6. En vez de comer más carne, come más legumbres
Sabemos que necesitas proteínas, y las de las carnes son buenas cuando se consumen de forma moderada. Pero alimentos como los frijoles, chícharos, arvejas y lentejas son una gran opción para sustituir parte de la carne, que por lo general tiene más grasas saturadas y colesterol.
7. Que no te engañen los productos light
Aunque se vendan como “bajos en calorías”, la verdad es que no siempre son saludables porque, en el caso de que tengan menos hidratos, también están reducidos en proteínas, sodio y minerales que sí requiere tu organismo.
8. No al azúcar añadida
Con esto nos referimos a que debes ser muy cauteloso cuando los productos indiquen que, además del azúcar normal que se les añade para ser dulces, tienen escondida una parte de sus glúcidos. Esto nunca es beneficioso para la salud, porque hace que con gran facilidad superes la Ingesta Diaria Recomendada de ciertos compuestos, sin que siquiera te des cuenta.
9. Bájale a los postres y los dulces en general
Aunque suene complicado de hacer, es básico para que logres tu objetivo. Los postres y los dulces están hechos para gustar y dotarte de una bomba de endorfinas (y su correspondiente shot de felicidad), a causa de los azúcares que contienen, pero tampoco son lo más sano, cuando se les come sin control alguno. No decimos que te olvides de ellos para siempre, pero cuando te pongan uno enfrente piensa en que debes moderarte.
Fuentes: Cuerpo Mente | Mayo Clinic | Mejor con Salud
