Más de una vez arruiné una esponja para trastes por querer limpiar un tupper lleno de grasa, al menos hasta que describimos este increíblemente útil truco. ¿Tú a qué edad supiste que la toalla de papel es el truco perfecto para limpiar recipientes llenos de grasa en segundos?
Paso a paso para limpiar la grasa con una toalla
Definitivamente no todos disfrutan lavar los trastes, pero los que definitivamente a nadie le encanta lavar son los que están llenos de grasa; son los que dejamos remojando con mil y un remedios para cortarla de aquí a lo que nos animamos a lavarlos. Con este truco te vas a olvidar de eso.
Vierte un poco de jabón para trastes y agua tibia hasta cubrir todo el fondo del recipiente.
Coloca una toalla de papel dentro de tu recipiente.
Coloca la tapa o en su caso busca una tapa que pueda funcionar para cubrirlo por completo.
Agita enérgicamente por unos 15 segundos o hasta un minuto. Entre más esté en contacto con el interior, más grasa absorberá.
Abre el recipiente y retira la toalla. Enjuaga con agua limpia y jabón y listo, tu esponja no quedará impregnada de grasa.
Repite el proceso de ser necesario por un exceso de grasa. Es mucho más fácil y evitas el contacto directo de tus esponjas con el aceite. Recuerda que es importante desinfectarlas de forma adecuada todos los días.

¿Por qué funciona este truco?
Una vez que lo pruebes no te va a quedar duda de que es bastante efectivo, más de lo que se le confiaría a una simple servilleta. Funciona tan bien gracias a la acción mecánica de agitar junto con las propiedades absorbentes de la toalla de papel que no dañan los materiales de tus recipientes.
El jabón también ayuda a eliminar la grasa de las paredes del recipiente, ya sea de vidrio, de metal y hasta de plástico, aunque con estos te recomendamos evitar almacenar comida muy grasosa para evitar malos olores o manchas casi imposibles de quitar. Como el papel es poroso y absorbente, retiene la grasa junto con el jabón, lo que facilita mucho el enjuague.
- Consejo: no deseches las servilletas que ya utilizaste en la mesa, sobre todo si no están muy sucias porque puedes reutilizarlas para aplicar este truco en recipientes llenos de grasa. Recuerda que en la cocina casi todo puede tener una segunda vida.
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