Cómo hacer pan o muffins de queso para el desayuno: llevan 6 ingredientes y son muy fáciles de hacer

Este fin de semana se antoja un desayuno variado, pero que sea fácil, ahh y también saludable, por si nos sobra un poco y podamos llevarlo en nuestro lunch al trabajo. Hoy traemos una receta fácil y rápida de muffins de queso con harina de avena. Llevan 6 ingredientes y son muy fáciles de hacer.

La mejor parte de esta receta es que puedes prepararla en una freidora de aire, un horno de convección y también en una estufa. Los panecitos de queso son mis favoritos y puedes rellenarlos de cualquier tipo de queso que desees, bien puedes hacerlas con tus ingredientes favoritos: chispas de chocolate, cacao en polvo, nueces, pasas, arándanos ¡y lo que se te ocurra!, solo es cuestión de ponernos creativos.

Cuando acompañaba a mi mamá al supermercado amaba pasar por el pasillo de panadería y pedir esos pequeños panecitos rellenos de queso crema, bollos con jamón y queso mozarella o panecitos con queso y mermelada. Hoy es bien fácil hacerlos para el desayuno.

Qué tipo de queso es el mejor para hacer estos panqués o panes de queso

No hay respuesta correcta o incorrecta. Realmente depende de la intensidad de sabor que prefieras, si te gustan los quesos más añejos puedes incorporarlo partido en pequeños trozos al momento de verter la mezcla en el muffin. De los más amigables para compactar con masas son los clásicos de queso mozzarella.

Para quienes tienen la fortuna de no ser intolerantes a la lactosa puedes hacer una combinación de tres quesos, mozarella, parmesano y manchego. ¡Gratinan muy bien y se funden delicioso! De igual forma incorpora los quesos en el molde, aunque el parmesano puedes agregarlo a la licuadora.

Personalmente, disfruto mucho del queso Oaxaca, el mozarella y el manchego, tienen buen sabor, pero no salan el pan, así que propongo que los rellenes de mozarella y queso Oaxaca para que al morder el pan, salga el icónico hilo de queso que nos encanta.

Cómo almacenar el pan de queso para que dure más tiempo

Para ser sinceros este tipo de panes no se recomiendan refrigerar o congelar por diversas razones, en primera porque el queso al congelarse puede perder sus propiedades físicas y se modifica, al igual los sabores pueden verse alterados. Cuando se preparan este tipo de panecillos con harinas de todo uso, lo recomendable es no refrigerarlos por la retrogradación del almidón.

La llamada retrogradación del almidón, un proceso que se acelera a temperaturas inferiores a 8 grados centígrados. La retrogradación es un cambio en la manera en que las moléculas se ordenan en el espacio, y que consiste -en palabras sencillas- en la formación de cristales que expulsan hacia fuera las moléculas de agua, como una capa de rocío en el pasto, pero versión refrigeración.

Al pan guardado en el refrigerador se pueden ver pequeñas gotitas sobre la superficie de su corteza. El resultado es que adquiere una consistencia blanda, “gomosa”, que perjudica su sabor. El pan de molde o caja, resiste mejor los efectos del refrigerador. Pero no te agobies, no significa que no puedas guardarlo ahí.

Lo que siempre se recomienda es guardar cualquier ingrediente en un recipiente hermético, de preferencia que sea de cristal para que el ambiente sea lo más anticéptico posible. Guárdalo donde le de una temperatura considerable, ni muy fría, pero que tampoco no comprometa la calidad del pan.