Cómo regar un anturio correctamente: cuidados básicos para que luzca espectacular

El anturio es una de las plantas más elegantes y vistosas que puedes tener en casa. Sus flores rojas, rosas o blancas llaman la atención en cualquier espacio, pero también requieren cuidados específicos para mantenerse siempre brillantes y saludables.

Uno de los puntos más importantes es el riego: si lo mojas de más, puede ahogarse; si lo dejas seco, se marchita rápido. Aquí te contamos cómo regar un anturio paso a paso y qué otros cuidados necesita para crecer fuerte y hermoso.

Qué es un anturio y de dónde proviene

El Anthurium es un género con más de 600 especies de plantas tropicales originarias de América Central y del Sur, especialmente de países como Colombia, Venezuela, Costa Rica y Perú.

Estas plantas pueden ser trepadoras o rastreras, con hojas grandes en forma de corazón o punta de flecha. Sus flores (espatas) aparecen en una gran variedad de colores: rojo, blanco, rosa, purpúreo, verde e incluso negro o amarillo, aunque estos últimos son más difíciles de encontrar.

Anturios

Cómo regar un anturio de forma correcta

El riego es clave para que tu anturio se mantenga sano: Evita el exceso de agua. No soporta el encharcamiento, pero sí necesita un sustrato ligeramente húmedo.
Usa agua a temperatura ambiente. Nunca fría ni caliente.
Frecuencia de riego:
En invierno: una vez por semana.
En verano: cada 2 o 3 días (48 a 72 horas).
Tip práctico: revisa el sustrato con un palillo. Si sale seco, ya toca regar.

Además, al ser una planta tropical, le encanta la humedad ambiental. Puedes pulverizar sus hojas cada riego o colocar un platito con agua y piedras bajo la maceta para que el vapor le dé la humedad que necesita sin que las raíces toquen directamente el agua.

Otros cuidados indispensables para el anturio

Para que tu anturio florezca de manera continua y sus hojas se mantengan brillantes, toma en cuenta estos consejos:

Luz: necesita iluminación abundante pero siempre indirecta. Si recibe sol directo, las hojas se queman.
Temperatura: lo ideal es entre 16 y 21 °C. Mucho calor o frío lo debilitan.
Limpieza de hojas: pasa un paño húmedo para quitar polvo y facilitar la fotosíntesis.
Sustrato recomendado: mezcla universal para semilleros con fibra de coco, turba y humus de lombriz, más un poco de perlita y vermiculita para mejorar la aireación.
Hojas amarillas: son señal de exceso de agua, ajusta el riego si ocurre.

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