No puedes negarlo: a esta ensalada de repollo dulce la amas o la odias. En caso de que tú estés dentro del grupo que podría comérsela sola, sin necesidad de otro plato fuerte, tenemos buenas noticias: es demasiado fácil de hacer y luego de unas horas de reposo queda deliciosa.
Ve sacando tus ralladores, así como tus bowls metálicos amplios, porque los vas a usar mucho hoy.
¡Manos a la obra!
Pica el repollo en julianas delgadas, buscando que cada hebra quede medianamente larga, como de 5 centímetros. Reserva.
Pela las zanahorias y pásalas por el rallador de quesos. Reserva.
Corta en julianas delgadas la cebolla. Reserva.
En tu bowl metálico junta la mayonesa, la leche, el vinagre de manzana, así como las pizcas de azúcar, sal y pimienta.
Mezcla perfectamente, hasta que el resultado sea uniforme.
Agrega el repollo, la zanahoria y la cebolla.
Con tus manos junta todos los ingredientes. Procura que no quede ninguno de ellos sin la mezcla cremosa.
Rectifica el punto de sal.
Pon un paño poco poroso sobre la boca del bowl y mete a refrigerar unas tres horas. El sabor de la ensalada es muy distinto, una vez que sale del frío y del tiempo de espera.
Sirve como guarnición de pollos o incluso cortes magros.
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