No hay algo que me moleste más que ver cuando alguien desperdicia la comida. Son tiempos en los que no podemos permitirnos que se tiren ciertas partes de frutas o verduras, ¿no lo crees? Por eso, te compartimos 5 maneras de aprovechar las cáscaras de chayote en casa y no tirarlas.
Esa parte exterior de los chayotes suele ser la más dura y eliminada por los consumidores, debido a su dureza y sensación fibrosa, a muchos no se nos antoja, sin embargo, lo que pocos saben es que está lleva de nutrientes.
La cáscara de chayotes cuenta con “la presencia de compuestos bioactivos como flavonoides, carotenoides, vitamina C y E”, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad.
El chayote es una de las plantas que se pueden consumir totalmente, ya sea crudos o pelados en distintos guisos y bebidas, e incluso, en preparaciones agridulces y dulces.
Cómo lavar correctamente las cáscaras de chayote en casa
- Coloca el chayote bajo el chorro de agua fría del grifo. Gíralo y frota suavemente con las manos para eliminar la suciedad superficial, el posible polvo o cualquier residuo visible.
- Si tu chayote es de la variedad con espinas, usa un cepillo de vegetales de cerdas suaves o una esponja limpia para frotar suavemente la cáscara. Presta especial atención a las ranuras y huecos donde la suciedad puede acumularse. El cepillo ayudará a desprender cualquier espina pequeña o suciedad incrustada.
- Si el chayote es liso, una esponja o incluso las manos serán suficientes para frotar bien la superficie.
- Para una limpieza más profunda, puedes sumergir el chayote en un recipiente con agua fría y agregar un chorrito de jabón líquido. Deja reposar durante 5-10 minutos. También puedes usar una solución desinfectante para frutas y verduras, siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Después del remojo o si no lo remojaste, enjuaga el chayote nuevamente bajo el chorro de agua fría, frotando bien para asegurarte de eliminar cualquier residuo de jabón o desinfectante.
- Seca el chayote completamente con un paño de cocina limpio o toallas de papel antes de cortarlo o cocinarlo. La humedad puede favorecer el crecimiento de bacterias.

5 maneras de aprovechar las cáscaras de chayote en casa
Abono para tus plantas: Las cáscaras de chayote son una excelente adición a tu composta casera. Son ricas en materia orgánica y nutrientes que beneficiarán la salud de tus plantas. Si no tienes composta, puedes cortarlas en trozos pequeños y enterrarlas directamente en la tierra alrededor de tus plantas, donde se descompondrán lentamente, liberando sus nutrientes.
Limpiador natural y exfoliante: La textura ligeramente fibrosa de las cáscaras de chayote, junto con su contenido de agua, las hace útiles como un limpiador suave y natural. Puedes usarlas para fregar sartenes o superficies que no requieran un limpiador químico. Incluso, puedes frotar el lado interno de la cáscara sobre tus manos para una exfoliación suave, gracias a las enzimas naturales del chayote.
Caldo nutritivo: Las cáscaras de chayote son ideales para hacer un caldo base lleno de sabor y nutrientes. Lávalas bien y hiérvelas en agua con algunas verduras (zanahoria, apio, cebolla), hierbas aromáticas (laurel, perejil) y especias. Este caldo puedes usarlo como base para sopas, guisos, arroces o simplemente disfrutarlo como un consomé ligero y depurativo.
Tortitas o croquetas: Hierve las cáscaras hasta que estén suaves, pícalas finamente y mézclalas con huevo, pan molido, ajo, cebolla y especias. Fríe en sartén para obtener tortitas crujientes y llenas de sabor.
En guisos o revueltos: Una vez cocidas, puedes picarlas y agregarlas a huevos revueltos, encima del arroz, con lentejas, combinarlas con nopales, o cualquier platillo con verduras salteadas, e incluso, hacer una ensalada.

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