El arroz es un platillo básico en las mesas de todas las familias mexicanas. Pero preparar un arroz esponjoso, compacto y que no se bata es una habilidad que a muchas personas les gustaría adquirir. Muchos creen que es casi imposible, que requiere mucha práctica y la verdad es que el secreto está en tener una técnica adecuada.
Hacer un buen arroz blanco depende de muchas variables: la cantidad y tipo de agua y, sobre todo, la variedad de arroz que utilicemos. Aunque también interfiere el tipo de olla se use, ya que de eso dependerá el tiempo que tendremos que dejar cociendo nuestro arroz.
Existe un secreto a voces que dice que la mejor forma para preparar arroz blanco es en una olla exprés: los granos quedan sueltos, en un punto perfecto. Quedan esponjocitos y nunca se baten. Además, es una forma increíblemente rápida de cocinarlo: queda perfecto en más ni menos que en 7 minutos.
La única dificultad de esta receta está en respetar los tiempos de cocción. Si no estamos atentos, el arroz se puede quemar muy fácil. Pero una vez que le hayas agarrado el modo, será una receta a la que recurrirás todo el tiempo.
Otro secreto (que muchos ya saben, pero que no está de más recordar) es que al preparar arroz todo es cuestión de proporciones: siempre irá una taza de arroz, por dos de agua
Comenzamos calentando a fuego medio un chorro de aceite de oliva en la olla exprés. Añadimos un diente de ajo por cada taza de arroz que preparemos y dejamos que dore ligeramente.
Cuando el diente de ajo esté bien dorado, vertimos el arroz y dejamos que se dore durante un minuto aproximadamente. No dejes de removerlo en ningún momento. Añade una hoja de laurel, una pizca de sal y vierte el mismo volumen de agua que de arroz. Recuerda: si hiciste una taza de arroz, vierte dos tazas de agua. Si fueron tres de arroz, serán seis de agua.
Cierra inmediatamente la olla y sigue cocinando a fuego medio hasta que comience a dar vuelta la váulvula, lo cual sucederá en al menos 5 minutos. Retira inmediatamente la olla del fuego y espera a que baje por completo la válvula.
Cuando abras la olla, te darás cuenta de que no queda ni un rastro de agua y que tu arroz ha quedado perfecto. Remueve el arroz y deja que repose un minuto. ¡Listo! Ya puedes servir tu arroz, acompñando algún estofado como bistec a la mexicana, filete de pescado, picadillo, o hasta verduras cocidas.
