Según un estudio publicado en la revista Academy of Nutrition and Dietetics, el número de niños, en Estados Unidos, que comen o beben edulcorantes artificiales, como aspartame, sucralosa y sacarina, se ha disparado en los últimos años, con un aumento de casi el 200 por ciento entre 1999 y 2012.
Los resultados demuestran que en 1999, menos del 9 por ciento de los niños consumían edulcorantes bajos en calorías, que se encuentran comúnmente en refrescos dietéticos y en alimentos procesados bajos en calorías y bajos en grasa. Para el 2012, ese número subió a cerca del 25 por ciento. Algo sorprendente que los investigadores encontraron que incluso niños de dos años de edad, los están consumiendo.
Como era de esperar, se observó que los sustitutos de azúcar también son cada vez más populares entre los adultos. De los resultados se obtuvo que el 44 por ciento de los adultos y el 20 por ciento de los niños, consumen edulcorantes bajos en calorías más de una vez al día. El 17 por ciento de los adultos consumía una comida o bebida artificialmente endulzada tres veces al día o más, una prevalencia que aumenta junto con el índice de masa corporal. Aproximadamente el 70 por ciento del consumo de edulcorantes bajos en calorías ocurre en casa.
¿Por qué tantos sustitutos de azúcar? Aunque no se tiene mucha información para contestar la pregunta, es posible que algunas de las causas sean las campañas de prevención de la obesidad enfocadas en reducir la ingesta de azúcar, un aumento en la disponibilidad de estos productos, edulcorantes cada vez más baratos de bajo contenido calórico, así como un aumento en la prevalencia de la diabetes tipo 2.
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