Todo sobre la zamioculca: la planta de interior que sobrevive con poca luz y casi nada de agua

Las plantas de interior son una excelente manera de darle vida y frescura a cualquier espacio dentro de la casa. Pero hay variedades que no son de fáciles de cuidar. Por suerte, la zamioculca se ha ganado un lugar especial en hogares gracias a que requiere muy poco mantenimiento: sobrevive con poca luz y casi nada de agua.

Si quieres una planta de interior fácil de cuidar, la zamioculca es la opción perfecta para ti. A continuación, te contaremos todo sobre la zamioculca: sus cuidados básicos, cómo mantenerla saludable y por qué es ideal para quienes no tienen mucha experiencia en la jardinería.

¿Qué es la zamioculca y por qué es tan popular?

La zamioculca, también conocida como planta ZZ, palma esmeralda o planta de la eternidad, es originaria de África tropical y se caracteriza por sus hojas gruesas de un verde intenso. Esta planta de interior se ha vuelto famosa porque resiste ambientes con poca luz y puede estar semanas sin agua sin que se vea afectada.

Zamioculca. Foto: Freepik

Cómo cuidar la zamioculca con poca luz

Una de las mayores ventajas de la zamioculca es que puede prosperar en ambientes con luz indirecta o incluso en rincones oscuros. Así que puedes colocarla en los pasillos, la sala, las jardineras o cualquier otra habitación de tu hogar. Eso sí, evita colocarla en luz directa del sol, ya que tanta iluminación puede quemar sus hojas.

Riego para la zamioculca

La zamioculca almacena agua en sus raíces gruesas y tallos, por lo que no requiere riegos frecuentes. De hecho, el exceso de agua puede provocar pudrición. La recomendación es dejar secar completamente la tierra entre riegos. Puedes hidratar tu planta cada dos o tres semanas, dependiendo del clima. En invierno, el riego debe ser aún más espaciado.

Riego para la zamioculca en maceta. Foto: Freepik

¿Cómo mantener saludable la zamioculca?

Aunque la zamioculca es muy resistente, es importante cuidar algunos detalles:

Usa una maceta con buen drenaje.

Evita corrientes de aire frío.

Limpia sus hojas con un paño húmedo para que puedan absorber mejor la luz.

También es recomendable fertilizarla cada tres meses.

Además de su bajo mantenimiento, la zamioculca ayuda a purificar el aire, mejorando la calidad dentro de tu hogar. Su aspecto elegante y moderno también aporta un toque decorativo que combina con cualquier estilo de decoración. Si buscas una planta de interior que combine belleza y resistencia, la zamioculca será tu compañera ideal. Con esta guía de jardinería tendrás todo lo necesario para cuidar y mantener esta planta que sobrevive con poca luz y casi sin nada de agua.

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