Sal, azúcar y harinas blancas han recibido el popular nombre de "asesinos silenciosos", ya que consumidos en exceso pueden provocar enfermedades crónico degenerativas como hipertensión, diabetes, obesidad, hipercolesterolemia y síndrome metabólico. Pero no todo lo blanco es tóxico. En esta nota veremos alimentos blancos que aportan grandes beneficios a la salud.
Pigmentos verdes, rojos, naranjas, morados y azules presentes en las frutas y verduras, contienen fitonutrientes, con propiedades antioxidantes, sin embargo los alimentos blancos también contienen sustancias que benefician la salud.
Aunque un plato de vegetales blanquecinos no parecerá muy atractivo a la vista, si lo es para la salud. Plátanos, cebollas, ajos, jengibre, jícamas, papas, coliflor, nabos, solo por mencionar algunos, cada uno tiene sus peculiaridades que los hacen ser "superfoods".
Coliflor
Un ejemplo que vale la pena destacar es la coliflor. Es la verdura favorita que puede sustituir platos altos en carbohidratos como el arroz o incluso unas alitas de pollo. Este vegetal pertenece al grupo de las crucíferas, como el brócoli, col, kale, coles de Bruselas, rábanos, entre otros.
Las crucíferas tienen propiedades antibacteriales y fungicidas. También se le ha prestado especial atención por sus fitonutrientes que tienen efectos antiinflamatorios y anticancerígenos. En tiempos reciente ha sido todo un fenómeno ya que la coliflor, es una excelente, nutritiva, deliciosa, elegante y creativa forma de reducir y sustituir carbohidratos. Instagram esta repleto de estos platillos. Puré de papas, base de pizza, arroz, smothies, queso... Para aprovechar mejor sus nutrientes, consúmela al vapor, asada o cocina en microondas, en vez de hervirla.
Ajos y cebollas
Otro alimento son los Aliláceos, es decir cebollas, ajos, nabos, poros, cebollín, cebollas de cambray y chalotes. Estos alimentos contienen sustancias sulfuradas, fitonutrientes que tienen efectos promotores en la salud cardiovascular, antibacteriales, ayudan en infecciones y al igual que las crucíferas, también tienen propiedades anticancerígenas.
Podemos consumir estos alimentos en casi cualquier platillo. Un buen truco para reducir el potente sabor de las cebollas, es cortarla en rebanadas y dejarla remojar en agua con hielo durante unos 15 minutos. Cuando cocinemos con ajo, es recomendable picarlo finamente o machacarlo y dejarlo reposar por 10 minutos antes de añadirlo al guiso. En este tiempo se producen reacciones químicas que aumentan la cantidad de alicina (el componente activo del ajo) y lo hace mas resistente al calor.
Champiñones
Existe una gran variedad de hongos comestibles. Este alimento mejora el sistema inmunológico (por un aminoácido llamado ergotioneina), reduce la inflamación y ayuda a prevenir el cáncer. Tambien la ergotioneina, tiene efectos antioxidantes que protegen a las células del daño de los radicales libres. Los hongos contienen betaglucano, un tipo de fibra que ayuda a mejorar los niveles de colesterol y azúcar en la sangre.
Podemos preparar champiñones y otros hongos de múltiples maneras. Reemplazar la mitad de carne por una parte de champiñones picados en hamburguesas, albóndigas o picadillo, suele ser una buena idea. Agregarlos en sopas, cremas, ensaladas, empapelados
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