Cómo eliminar el moho del baño pegado en azulejos sin tallar para que queden brillantes

Es muy común que, al bañarte se queden pegadas algunas gotas de agua en las paredes y, que al paso de los días, se vayan manchando de un hongo verdoso, sin embargo, no te preocupes porque esto tiene solución. Te contamos cómo eliminar el moho del baño pegado en azulejos sin tallar para que queden brillantes.

Esta mancha algodonosa en tu baño, que a simple vista es muy desagradable, significa que existe humedad en exceso en esa zona de tu hogar, pero que puede implicar daños en estructuras y a la larga en reparaciones muy caras.

Cómo eliminar el moho del baño pegado en azulejos

El moho no es un hongo que solo puede aparecer en el baño, sino que puede surgir en cualquier espacio de la casa y propagarse. Seguro te preguntarás, ¿cuál es la clave para eliminarlo?

Antes de iniciar, deberás tomar en cuenta que debes colocarte guantes, gafas protectoras y un cubrebocas N-95, además, de tener bien ventilada el área, con el fin de que no inhales las partículas, micotoxinas o bacterias incrustadas en los azulejos.

Eliminar el moho es más sencillo de lo que imaginas, sin embargo, te recomendamos, nunca mezclar cloro con amoníaco u otros productos limpiadores, pues la combinación podría ocasionar reacciones tóxicas.

Para remover esas manchas verdosas de hongos incrustadas en superficies de tu baño como azulejos, porcelana o vidrio, lo mejor es hacerlo con los siguientes materiales:

• Cloro
• Aspiradora
• Cepillo de cerdas de nailon (o cepillo de dientes viejo)
• Ventilador
• Guantes de goma
• Cubrebocas N-95
• Gafas de seguridad
• Esponjas, trapos o paños de microfibra
• Bolitas de algodón o toallas de papel

• Botella con atomizador

• Procedimiento

• 1. Prueba localizada: Realiza siempre una prueba en una zona para asegurarse de que la solución no dañe la superficie, ya que existen algunos casos de infestaciones severas, donde puede ser necesario repetir los tratamientos o combinar métodos, por ejemplo, aplicar vinagre y posteriormente frotar con bicarbonato de sodio.

• 2. Humedece y aspira la superficie: Una vez confirmado que los productos de limpieza son seguros para el material, puedes iniciar el proceso. Primero, humedece la zona afectada con agua tibia para aflojar el moho y, luego, aspira el área para evitar la dispersión de esporas.

• 3. Aplica cloro: Si prefieres evitar el uso de este producto, continúa en el paso 6. sino, diluye el cloro en agua siguiendo una proporción de una taza por cada galón de agua y coloca la solución en una botella con atomizador. Aplica generosamente la solución sobre las zonas con moho o igualmente, puedes hacerlo con una esponja o paño, asegurándote de cubrir por completo toda el área afectada.

• 4. Dejar actuar la solución: Permite que la solución repose entre 5 y 10 minutos. Este tiempo es fundamental para que el cloro elimine las esporas de moho. En casos más difíciles, puedes humedecer bolitas de algodón o toallas de papel con la solución y presionarlas directamente sobre la mancha. En infestaciones severas, deja actuar un poco más, evitando que la solución se seque por completo. Enjuaga bien al finalizar y ventila.

• 5. Frota y enjuaga: Utiliza un cepillo de cerdas de nailon o un cepillo de dientes viejo para frotar la zona y eliminar las colonias de moho. Presta especial atención a las juntas y esquinas, pues son áreas donde el moho suele acumularse. Enjuaga la superficie con agua limpia para retirar los residuos de cloro y moho desprendido. Limpia con un paño húmedo o una esponja para asegurarte de que no queden restos.

• 6. Empleaa productos naturales: El cloro no siempre es suficiente para eliminar completamente el moho, ya que deja residuos y micotoxinas, lo que implica una exposición continua. Por ello, en superficies no porosas, se pueden utilizar limpiadores como:

• Vinagre: Usa vinagre blanco sin diluir en un atomizador, rocía hasta saturar y deja actuar durante 60 minutos. Después, frota, enjuaga y seca.

• Bicarbonato de sodio: Mezcla con agua o con unas gotas de jabón para crear una pasta. Aplícala sobre la zona afectada, deja actuar 10 minutos, frota, enjuaga con agua tibia y seca.

• 7. Seca el área: Si el producto utilizado requiere enjuague, házlo cuidadosamente. Posteriormente, seca bien la superficie con una toalla o utilizando un ventilador, pues la humedad persistente puede propiciar la reaparición del hongo, por lo que es fundamental asegurarte de que los azulejos, juntas y sellos estén completamente secos.

• 8. Vigila el crecimiento futuro: Tras la limpieza, supervisa regularmente las superficies tratadas. Si el moho vuelve a aparecer rápidamente, podría indicar contaminación profunda o un problema estructural más serio. Por lo que, si el problema persiste, puede ser necesario realizar reparaciones, consultar a un profesional o reemplazar los materiales afectados.

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