Muchas veces después de las celebraciones del Día de Muertos terminamos con flores de cempasúchil marchitas que parecen no tener más uso. Pero lo que pocos saben es que estas flores pueden convertirse en un excelente abono casero que aporta nutrientes al suelo y promueve un cultivo saludable, sin necesidad de químicos agresivos.
La clave está en aprovechar su composición natural: el cempasúchil contiene nutrientes beneficiosos para las plantas, como nitrógeno, fósforo y potasio, por lo que al descomponerse en forma adecuada se transforma en materia orgánica rica para el sustrato.
Ingredientes necesarios
Pétalos o flores secas o marchitas de cempasúchil (sin tintes plásticos o contaminantes).
Una base de composta o tierra fértil en tu huerto o maceta (puede usarse tierra común si se tiene buena mezcla de orgánicos).
Paso a paso: cómo preparar el abono
- Separa los pétalos o flores de cempasúchil, retirando tallos gruesos o partes muy leñosas. Córtalos o desmenúzalos en trozos pequeños para facilitar su descomposición.
- En un recipiente con tapa, coloca una capa con estos restos florales y sobre ella una capa de composta o tierra fértil.
- Mezcla ambas capas ligeramente, de forma que queden integradas, y cubre con más composta o tierra para cubrir la materia vegetal.
- Deja reposar la mezcla en un lugar sombreado durante 3 o 4 semanas, removiendo cada par de días para airear el contenido y favorecer la descomposición aeróbica.
- Una vez que el material se haya transformado en tierra oscura, con olor a tierra húmeda y sin restos reconocibles, el abono está listo para ser utilizado en macetas, jardineras o huertos.
¿Por qué funciona este abono casero?
El cempasúchil aporta nutrientes esenciales al suelo cuando se descompone (nitrógeno, fósforo y potasio), lo que favorece el crecimiento y la floración en otras plantas. Esta forma de compostaje ayuda a reducir residuos florales que de otra manera podrían desecharse, promoviendo una economía circular y una gestión sustentable del entorno.
Además, mejora la retención de humedad del sustrato y enriquece su estructura, como ocurre con otros abonos orgánicos tradicionales.
Consejos útiles
Evita usar flores pintadas o con plásticos; los residuos contaminados pueden arruinar el compostaje.
Si no tienes composta previa, añade restos de fruta o verduras en cantidad moderada para balancear la mezcla, esto acelera la descomposición.
Usa guantes y una mascarilla si la mezcla emite mucho polvo durante el proceso.
Aplica el abono en primavera o temporada de crecimiento para aprovechar mejor sus nutrientes.
Reutilizar las flores de cempasúchil no solo preserva su valor simbólico, sino que les da una segunda vida en forma de nutriente para tus plantas. Con solo dos ingredientes, puedes transformar un desecho en un recurso ecológico y efectivo para tu jardín.
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