El palo de Brasil (Dracaena fragrans) es una de las plantas más populares para decorar interiores en México gracias a su resistencia, elegancia y a que no necesita demasiados cuidados para mantenerse en buen estado. Su follaje alargado y verde intenso lo convierte en un favorito para oficinas, salas y recibidores, donde aporta frescura y vida sin exigir demasiada atención.
Sin embargo, como toda planta, requiere ciertos cuidados básicos para que crezca frondoso y luzca espectacular todo el año. La clave está en aprender a manejar el riego, la luz y la temperatura para evitar errores comunes como el exceso de agua o las hojas amarillentas. Aquí te contamos cómo mantenerlo sano con muy poco esfuerzo.
Cuánta agua necesita el palo de Brasil
Aunque muchas personas piensan que esta planta requiere riego constante, lo cierto es que el palo de Brasil se adapta perfectamente a condiciones de poca agua. Lo ideal es regar solo cuando la capa superior de la tierra esté completamente seca. Por lo general, en interiores basta con hacerlo cada 10 a 15 días, ajustando la frecuencia si el clima es muy seco o caluroso. Recuerda que el exceso de agua puede provocar pudrición en las raíces.
El tipo de luz adecuada
El palo de Brasil se desarrolla mejor con luz indirecta brillante, aunque también puede sobrevivir en espacios con poca iluminación natural. Si lo colocas junto a una ventana, asegúrate de que no reciba sol directo, ya que puede quemar sus hojas. En lugares con poca luz crecerá más lento, pero seguirá conservando su verdor. Para mantenerlo frondoso, puedes rotar la maceta cada cierto tiempo para que todas las hojas reciban la misma cantidad de luz.
Temperatura y ambiente
Al ser originaria de climas tropicales, esta planta agradece ambientes cálidos y húmedos. La temperatura ideal va de los 18 °C a 25 °C, evitando corrientes de aire frío. Para darle un impulso extra, rocía ligeramente sus hojas con agua cada semana, lo que simula la humedad de su entorno natural y previene que las puntas se sequen.
Cómo mantenerlo frondoso y saludable
Además del riego y la luz, conviene fertilizar el palo de Brasil una vez al mes en primavera y verano con un abono líquido para plantas de follaje. También es recomendable limpiar sus hojas con un paño húmedo para eliminar el polvo y permitir que respiren mejor.
Si notas que alguna hoja se vuelve amarilla, retírala para que la planta concentre su energía en nuevos brotes. Con pocos cuidados, luz adecuada y riego moderado, tu palo de Brasil puede crecer frondosa y mantenerse sana durante años.
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