Los 3 tipos de poda parar tu plantas que debes conocer para favorecer la floración y el rejuvenecimiento

Podar las plantas. Foto: Freepik

Maciel BG

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La poda de plantas es una práctica esencial para mantener su salud, mejorar su apariencia y estimular una floración más abundante. No se trata solo de cortar por cortar, sino de entender qué tipo de poda necesita cada especie y en qué momento del año conviene hacerlo. Con la llegada del invierno, muchas plantas entran en reposo, lo que convierte esta temporada en el momento perfecto para limpiar, dar forma y preparar el jardín para la siguiente floración.

Existen tres tipos principales de poda que todo amante de las plantas debería conocer: la de mantenimiento y saneamiento, la de floración o fructificación y la de rejuvenecimiento. Cada una tiene un propósito distinto, pero juntas ayudan a prolongar la vida de tus plantas y mantenerlas fuertes y vistosas durante todo el año.

Poda de mantenimiento y saneamiento

Este tipo de poda consiste en eliminar hojas, ramas y flores marchitas o dañadas por plagas o el clima. Se recomienda realizarla durante todo el año, especialmente al final del invierno, para prevenir enfermedades y permitir que la planta concentre su energía en nuevos brotes.

Utiliza tijeras desinfectadas y corta siempre por encima de un nudo o yema sana. Si notas partes podridas o con moho, retíralas de inmediato para evitar que se propaguen. Esta poda también ayuda a mantener una buena circulación de aire entre las ramas, lo que reduce la aparición de hongos.

Poda de saneamiento. Foto: Freepik

Poda de floración o fructificación

Ideal para plantas ornamentales y frutales, esta poda tiene como objetivo fomentar la producción de flores o frutos. Se realiza después de la cosecha o de la temporada de floración.
Retira las ramas viejas que ya no florecen y corta los brotes más largos para redirigir la energía hacia las yemas nuevas.

En especies como los rosales o las hortensias, una poda ligera a finales del invierno garantiza una floración más abundante en primavera. Es importante conocer el ciclo de cada planta: algunas florecen en ramas nuevas y otras en las del año anterior.

Poda de floración. Foto: Freepik

Poda de rejuvenecimiento

Cuando una planta deja de florecer, crece de forma irregular o sus ramas se ven secas, es momento de aplicar esta poda. Se trata de una intervención más drástica, en la que se eliminan las ramas más viejas para estimular el crecimiento de nuevos tallos vigorosos.


Se recomienda hacerla una vez al año, preferentemente a finales del invierno o principios de primavera. En arbustos grandes o plantas trepadoras, corta hasta un tercio del volumen total de la planta. Aunque al principio parezca que la estás “dañando”, en pocas semanas verás cómo brotan tallos nuevos y hojas más sanas.

Poda de rejuvenecimiento. Foto: Freepik

Cuándo y cómo combinar los tres tipos de poda

La clave está en observar. No todas las plantas necesitan los tres tipos de poda al mismo tiempo, pero sí pueden beneficiarse de combinarlas según su estado. Por ejemplo, puedes comenzar con una poda de saneamiento, seguir con una ligera de floración y cerrar con una de rejuvenecimiento en ejemplares más antiguos.

Una poda bien hecha transforma el aspecto del jardín y garantiza que las plantas sigan floreciendo año tras año, llenando de color tu espacio durante las estaciones más frías y más cálidas por igual.

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