Cómo lograr que los niños coman ensaladas

Una de las preguntas que quienes son padres se cuestionan a menudo es el cómo lograr que los niños coman más vegetales e incluso, se podría decir que una pregunta más difícil es el cómo lograr que los niños coman ensaladas, las cuales tienen fama de ser aburridas.

Esta última es una afirmación con la que nosotros no estamos de acuerdo, puesto que creemos que las ensaladas pueden ser muy interesantes cuando integramos diferentes sabores, colores y texturas a ellas sin dejar de lado lo saludable. Así, comer una ensalada será no solo sano, sino también una gran experiencia para toda la familia.

Inicia con ensaladas simples

Las mejores ensaladas para los niños, especialmente para aquellos que han mostrado dificultad para aceptar algunos alimentos, son aquellas de no más de cuatro ingredientes, y debe cuidarse que cada uno de ellos sea alguno que les guste. Por ejemplo, puede intentarse una ensalada con lechuga, queso rallado y aderezo ranch, o una de zanahoria, manzana y aderezo de mayonesa. Con el tiempo, conforme desarrollen su paladar y acepten más frutas y vegetales, será momento de agregar más ingredientes a las ensaladas.

Corta trozos pequeños

Usualmente las ensaladas tienden a parecer complicadas, y eso es por que estamos acostumbrados a cortar trozos grandes de los ingredientes para quedar satisfechos de forma más rápida. Pero eso puede ser una gran barrera para nuestros niños. Por ello, lo recomendable es cortar todo en trozos más pequeños para que sea mucho más apetecible.

Este consejo se puede aplicar por ejemplo, a la lechuga, los rábanos, y los jitomates; la zanahoria puede ser rallada e incluso podemos usar un pelador pequeño para crear cintas de vegetales como lo son las calabacitas, los pepinos y los espárragos.

Incluye alimentos que les encanten

Las ensaladas no siempre tienen que ser iguales por lo que deben incluir ingredientes con los que están familiarizados y que además les encanten es buena idea, incluso aunque alguno no sea tan saludable. Por ejemplo, galletas, tocino, queso, cebollas fritas, pasta o su fruta favorita.

Agrega un poco de textura

Agregar a las ensaladas ingredientes de textura sólida y crujientes es otro de los secretos para que los niños coman ensaladas, además de que las texturas acuosas no los dejaran satisfechos. La clave está en usar verduras frescas y una mezcla de ingredientes crudos y cocidos para hacer que la ensalada sea interesante. En esto también funcionan los ingredientes que no necesariamente son vegetales: por ejemplo, un queso cremoso, unas nueces tostadas, tocino crujiente o unas uvas pasas.

Agrega colores

A los niños les encantan y les atraen los colores, así que las ensaladas les parecerán mas apetecible si no solo contienen verduras de hojas verdes. Una mezcla de colores puede darse fácilmente por la inclusión de zanahorias, betabeles, tomates, calabazas asadas y hierbas frescas como la albahaca o el perejil.

Adereza

Una de las cosas más importantes en una ensalada es el preparar un buen aderezo o vinagreta, y estos no necesariamente deben ser complicados. Muchas veces solo basta con un poco de vinagre balsámico o blanco, aceite de oliva extra virgen y un poco de sal y pimienta para lograr que la ensalada sea perfecta.

Ahora bien, no hay que olvidar que a los niños les encanta la comida interactiva: es decir, tener opciones para comer. Podemos entonces usar las ensaladas como una oportunidad para ello, colocando varios aderezos en pequeños recipientes y poniéndolos alrededor de la ensalada en lugar de verterlos sobre ella. Como ejemplo: una vinagreta balsámica, un aderezo de miel y mostaza y otro de yogur con hierbas finas para que ellos puedan sumergir uno que otro trozo de su ensalada en ellos.

Invítalos a preparar sus propias ensaladas

Involucrar a los niños en la preparación de sus comidas es una bueno para lograr que coman mejor, y en el caso de las ensaladas no deja de ser verdad. Podemos llevarlos a hacer las compras y explicarles cual será la comida, e incluso dejarlos escoger los ingredientes y enseñarles cómo hacerlo. Luego, cuando llegue el momento, hay que dejarlos ensamblar su ensalada ellos mismos.

Otra opción es organizar una barra de ensaladas de vez en vez en nuestro comedor, para que ellos armen su ensalada con lo que más les guste y de una forma más divertida. A los padres, esto nos ayudará a conocer sus preferencias en cuanto a los ingredientes que les gusta incluir en su ensalada, o incluso, a que se atrevan a probar un ingrediente que no conocen.

Imágenes | Pixabay

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