La salsa macha es de esas joyas de la cocina mexicana que mejoran cualquier platillo: desde unos simples frijoles de la olla hasta unos tacos dorados recién hechos. Su origen se atribuye principalmente a Veracruz y Oaxaca, pero hoy la podemos encontrar en todo México, eso sí, cada familia tiene su propia versión, esto enriquece mucho más el sabor de la salsa.
Sin embargo, preparar salsa macha no es tan sencillo como parece. Muchas veces corremos el riesgo de que quede amarga, lo que arruina por completo la experiencia. Afortunadamente, tenemos el truco de la abuela para que eso no te pase y logres una salsa intensa, picosita y deliciosa.
¿Por qué la salsa macha puede volverse amarga?
La clave está en el tostado de los ingredientes. Los chiles secos, ya sean de árbol, guajillo, morita o una mezcla de todos, junto con las semillas y los frutos secos, necesitan calor suficiente para soltar todo su sabor. El problema es cuando se pasan de tiempo en el comal o en el aceite, ya que lo quemado es el responsable de ese amargor que después es imposible quitar. Otro error común es usar un aceite demasiado fuerte o recalentado, porque absorbe olores que cambian por completo el sabor de la salsa.
El truco de la abuela para una salsa perfecta
El secreto de la abuela para evitar que la salsa macha quede amarga es este: freír por separado cada ingrediente y a fuego bajo. Así, puedes controlar el punto de tostado del chile, lo doradito del ajo y el tostado crujiente de las semillas o frutos secos como cacahuate y ajonjolí.
Después, se mezcla todo con el aceite ya tibio, se muele en licuadora o molcajete y se deja reposar un par de horas para que los sabores se integren. Con este método, el amargor desaparece y lo que obtienes es una salsa equilibrada, picosa y con mucho sabor.
Ingredientes
- 10 chiles de árbol secos
- 5 chiles guajillos secos
- 4 dientes de ajo
- 1/2 taza de cacahuate pelado
- 2 cucharadas de ajonjolí
- 1 taza de aceite vegetal o de oliva
- Sal al gusto
Cómo hacer salsa macha casera
- Tiempo total 30 m
- Elaboración 30 m
- Reposo 2 h
- Calienta un sartén con un poco de aceite a fuego bajo. Fríe los ajos hasta que estén dorados y reserva.
- Tuesta ligeramente los cacahuates y el ajonjolí por separado. Retira del fuego.
- Añade los chiles al aceite caliente y fríelos rápidamente hasta que se inflen. Retíralos enseguida para que no se quemen.
- Licúa todos los ingredientes junto con el aceite restante y una pizca de sal hasta obtener una mezcla homogénea.
- Deja reposar la salsa macha al menos 2 horas antes de usar.
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