Sándwich de a 325 pesos, foodie critica “la cafetería más cara de Polanco”

El nuevo hotspot de la CDMX se llama Mimmas Coffee Club, pero más que por su decoración o su carta, se ha vuelto viral por sus precios elevados, al punto que ya muchos la llaman “la cafetería más cara de Polanco”.

Como suele pasar en Ciudad de México, cada semana hay algo nuevo que probar, especialmente si se trata de cafeterías y restaurantes. Esta vez, Mimmas Coffee Club, ubicado en Emilio Castelar 135 y propiedad de la influencer Pamallier, ha dado de qué hablar por lo que cobra por sus productos. ¿Un ejemplo? Un sándwich de pavo cuesta 325 pesos.

“La cafetería más cara de Polanco”

El creador de contenido gastronómico Christopher Basteris visitó recientemente el lugar y compartió su experiencia en TikTok, donde expresó su sorpresa ante los precios.

“La quiero felicitar porque es el café más caro de la ciudad”, dice al comenzar su video, mostrando algunos precios: 120 pesos por un café, 325 por una baguette, y 145 por un rol de canela.

¿Y el sabor?

Sobre el sabor, Basteris fue honesto: le llamó la atención un matcha con Biscoff, pero aclaró que apenas sabía a esa galleta. “Sabe más a matcha. Lo único de Biscoff es que le embarran la galleta al vaso. No hay jarabe ni nada”, señaló. En cuanto a los platos salados, probó el sándwich de pavo con queso brie, lechugas y frutos rojos.

“Debe ser el mejor sándwich del mundo para costar 325 pesos. Sabe rico, pero no vale eso ni de broma. Ni el pan ni los ingredientes lo justifican”, opinó. También pidió un grilled cheese de 220 pesos.

“Es el mismo pan. ¿Cómo puede costar eso? Está extremadamente caro. Sí está rico, pero no puedes verle así la cara a la gente”, añadió.

¿Vale lo que cuesta?

Aunque Christopher admitió que la comida está buena, considera que los precios no corresponden a la calidad. Para dos personas, la cuenta fue de 920 pesos sin incluir la propina. “Con esto nos asaltaron”, bromeó.

Finalmente, reflexionó sobre el fenómeno de los lugares virales y su viabilidad a largo plazo: “Quizá las primeras tres semanas esté lleno, pero después... con esta calidad de productos, está imposible. Es el sándwich más caro que me he comido en Polanco”, concluyó.